El proyecto fue anunciado en 2009 y, desde septiembre de ese año, se han repartido más de 450.000 mini-computadoras portátiles entre niños de primero y segundo grados de primaria, cubriendo con ello a toda la población estudiantil de esos niveles. En la Unidad Educativa Nacional "Armando Zuloaga", ubicada en el sector San José del oeste de Caracas, los niños y sus maestros ya están familiarizados con la nueva tecnología educativa. Allí, la maestra de segundo grado Yeni Martínez dirige una clase como cualquier otra, sólo que en este caso las instrucciones son: "Niños, abran el procesador de textos" o "Ahora busquen la aplicación sobre la conservación ambiental". A pesar de que sólo tienen seis o siete años, sus alumnos manipulan con habilidad el sensor táctil y el teclado de sus computadoras y siguen el ritmo de la clase sin ningún problema.
"Tal vez en un principio, cuando no saben cómo acceder a alguna actividad, ellos esperan las instrucciones y empiezan: Profe, a mí me sale esto, a mí me sale lo otro, pero es por esa misma ansiedad de ellos de que todo les funcione para empezar a hacer la actividad", explicó Martínez a Xinhua sobre la fácil adaptación de los niños a esta nueva herramienta. Al verlos trabajar, resulta evidente que las portátiles despiertan gran interés en los niños y que los contenidos educativos cargados en ellas captan su atención como pocos recursos de apoyo a la enseñanza son capaces de hacer. Las mini-computadoras traen incorporado un catálogo con cientos de contenidos educativos desarrollados en Venezuela, que resultan amigables, divertidos y están especialmente creados para apoyar el currículo de cada nivel de la educación primaria. "Aquí hay vocales, letras, cosas para leer, videos, todo". A mí me fascinan las vocales y me encanta leer, pero aquí también hay muchas otras cosas", indicó Juliana Dedemadis, alumna de la maestra Martínez, señalando entusiasmada las aplicaciones en su portátil. La docente y coordinadora operativa del Plan Canaima a nivel nacional, Elizabeth Bracho, indicó que el programa ha supuesto un gran impacto en los niveles de enseñanza donde se ha aplicado, porque modifica la figura del niño como receptor de mensajes al estimular en él la búsqueda activa de conocimientos según sus intereses. "Con la interactividad, los niños van realizando sus actividades y no es un conocimiento mecánico ni repetitivo, se fomenta el aprender a crear. Los niños comparten los contenidos con sus compañeros y se genera así un aprendizaje colaborativo", apuntó Bracho. "Para los niños, ha sido una herramienta muy útil. A ellos los ha motivado muchísimo a la hora de trabajar todas las actividades que ellos quieren trabajar y el aprendizaje ha sido más significativo. Incluso, a veces se nota que van más delante de lo que uno espera", agregó la maestra Martínez.
De acuerdo con la educadora, la nueva dinámica en el salón de clases exige incluso que, en ocasiones, se hagan modificaciones a la planificación del maestro, para incluir inquietudes de los niños, que en sus casas siguen trabajando con las aplicaciones de sus computadoras. "Y eso es lo que les ha abierto a ellos más el mundo: saber que pueden explorar y ser ellos mismos los que buscan lo que quieren aprender y esas inquietudes las traen acá y uno trata de canalizarlas para que el aprendizaje se logre y sea más efectivo", enfatizó Martínez. Programa de Computación venezolano Las computadoras Canaima son importadas de Portugal y hasta la fecha se han traído 875.000 unidades, aunque a partir de este año, Venezuela espera empezar a producirlas en su territorio gracias a un convenio de transferencia tecnológica con la nación europea.
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