Comunicación: herramientas para hablar en público

Publicado el 01 diciembre 2015 por Luisasantamaria

Esta semana saldré un poco del tema habitual de este blog (que como sabéis, es la literatura), para hablar de la comunicación.

La razón es simple: el otro día tuve la fortuna de asistir a una presentación de Ángel García García, un mago experto en comunicación (¿acaso es posible que un buen mago no domine el arte de comunicar?), y durante el evento, dejó unas cuentas perlas en forma de herramientas que, en mi opinión, son muy válidas para los escritores a la hora e presentar sus novelas en público, ya sea en firmas de libros, entrevistas, etc.

Así que, como soy así de majo y generoso, he pensado en compartirlas con vosotros:

1. VINCULA A TU PÚBLICO

Por regla general, y sin ningún motivo aparente, todo público o audiencia parte de una postura defensiva. Esto es así porque el ser humano es así (podríamos indagar en el tema, pero daría para varias horas de filosofía barata). Entonces, una vez tenemos claro que nuestros interlocutores van a cuestionar todo lo que digamos (e incluso los más graciosos van a intentar pillarnos para dejarnos mal), deberemos hacer lo posible para cambiarlo.

Y esto se consigue vinculándoles a tu discurso.

En la medida que consigas hacer que el público se sienta parte de tu discurso, ya le tendrás de tu parte, porque se sentirá responsable del resultado.

Por esta razón los magos gustan de dejar que alguien del público escoja una carta al azar, y también por esa razón, y ahora hablo para los escritores que me estén leyendo, no estaría de más comenzar una firma o presentación con alguna pregunta a la audiencia.

2. MUÉSTRATE EN 3 MINUTOS

Esto se podría resumir con la lapidaria frase “la primera impresión es la que cuenta”. Da igual lo que digamos, cómo nos expresemos o lo bueno que sea nuestro producto (nuestro libro, en el caso que nos ocupa). Si conseguimos caer en gracia en los primeros tres minutos, todo lo que salga por nuestra boca a continuación, tendrá buena acogida.

Si, por el contrario, intentamos romper el hielo con un comentario desafortunado, un chiste intolerante, o estamos demasiado nerviosos, lo llevamos claro: nos pondrán una etiqueta que será muy dificil de despegar en toda la presentación. Ya podemos haber escrito el nuevo ganador del premio Planeta, que muchos pensarán:

“Ya está el autorcillo este creyéndose el nuevo Stephen King. ¡Pues no pienso comprar su libro, ale!”

3. GESTIONA LA “NO COMUNICACIÓN”

En realidad, el título de este punto es engañoso, porque la no-comunicación no existe. Por definición, es imposible no comunicar. Yo ahora, escribiendo este artículo, me estoy comunicando con vosotros. Pero si por el contrario no lo hubiera escrito, os estaría transmitiendo la idea de que no cuido el blog, que lo tengo abandonado. O quizá estaría escribiendo sobre otra cosa.

Y vosotros, si después de leerlo decidís compartirlo en redes sociales, me estáis diciendo que os ha gustado y me animáis a seguir escribiendo artículos. Pero si no lo hacéis, me estáis diciendo que tampoco es tan interesante como para ser compartido.

No se puede no comunicar.

Lo que sí se puede hacer es gestionar lo que se quiere decir, y lo que no. Debemos conocernos a nosotros mismos así como a nuestro producto, y tener muy claro lo que queremos que la audicencia se lleve, y lo que ni por asomo deben saber.

Si me siento inseguro leyendo mi propio texto, por ejemplo, no utilizaré el recurso de leer un extracto de mi libro en voz alta.

Esto es importante que lo tengamos en cuenta a la hora de preparar la presentación. Cuanto mayor control tengamos del discurso (y el no discurso), mejor saldrá.

¡Y esto ha sido todo por esta semana! Espero que os haya parecido un artículo interesante. Yo por mi parte estaré muy atento por si lo compartís y lo comentáis. Me estaréis comunicando cosas muy positivas, y os lo agradeceré en el alma :)