Por omar
La esposa dice al marido, "hay que sacar la basura", el marido sigue leyendo el diario. La mujer se va a dormir. Al rato cuando llega el marido al dormitorio, ella le pregunta, ¿sacaste la basura? No, dice el. No te había dicho que "había que sacar la basura?
Si, responde él. En ningún momento me dijiste que la saque yo... Este diálogo tan sencillo podría terminar en una discusión, de hecho sucede a diario en muchos hogares.
No logramos lo que queremos porque nuestro lenguaje no se traduce en acciones, es simplemente descriptivo, en otras palabras, si queremos que el otro "saque la basura", en lugar de decir "hay que sacar la basura", sería más preciso decir "¿podrías encargarte de sacar la basura?" Se que suena obvio, pero lo obvio, no existe, cada persona tiene una manera de interpretar el lenguaje y lo que sucede y actuar en consecuencia según su propio mundo interpretativo.
Tenemos la costumbre de realizar enunciados con la intención de que el otro los entienda como nosotros y además se ocupe de la ejecución del mismo. Una solución sería, cambiar el enunciado por una pregunta, por ejemplo: "La boleta de la luz vence mañana" ¿Podrías encargarte mañana de pagar la boleta de la luz o prefieres que lo haga yo? "Esta noche hay reunión de padres en la escuela, habría que ir" ¿Te paso a buscar esta noche a las 8 para ir a la reunión? "El cesped está crecido" ¿Podrías encargarte este fin de semana de cortar el cesped?