1. Que el pasado viernes 13 de diciembre la Conferencia Episcopal Española, por boca de su Secretario General sr. José Maria Gil Tamayo, calificó de "moralmente inaceptable" la consulta sobre la independencia de Cataluña que la Generalitat tiene previsto celebrar el próximo 9 de Noviembre de 2014.
2. Que estas declaraciones son de una extrema gravedad proviniendo de la jerarquía de la Iglesia Católica Española, jerarquía que arrastra un pasado de colaboración con aquellos que, en nombre de la unidad de España, usaron las armas para aplastar la libertad de todos los pueblos del Estado español, y con ella la voluntad democrática de autogobierno de la sociedad catalana.
3. Que estas declaraciones contravienen claramente uno de los fundamentos esenciales de cualquier sociedad libre, como es el autogobierno democrático, el cual constituye uno de los valores básicos defendidos universalmente por la Masonería liberal. La discrepancia sobre la forma y la oportunidad de un referéndum siempre es respetable, pero su condena como "moralmente inaceptable" es la condena del instrumento democrático más directo del que dispone cualquier sociedad moderna.
4. Que, con todavía más claridad, estas declaraciones contravienen otro de los fundamentos básicos de la libertad civil, como es la separación entre Estado e Iglesia fundamentada en el valor del laicismo, igualmente uno de los valores básicos defendidos en todo el Orbe por la Masonería liberal. Cualquier ciudadano o ciudadana, clérigo o laico, creyente o no creyente, tiene naturalmente el derecho inalienable a manifestar su opinión sobre cualquier asunto político; por el contrario, las instituciones religiosas como tales, la influencia de las cuales se fundamenta en un fenómeno estrictamente privado cómo es la fe, tienen que abstenerse de usar esta influencia privada en la esfera de la política, la cual tiene que quedar estrictamente subordinada al imperio de la razón pública.
5. Que estos dos valores, democracia y laicismo, son una parte fundamental e irrenunciable de la herencia del Siglo de las Luces, la cual constituye tanto la base elemental de todo aquello que valoramos de la civilización moderna, como una fuente inagotable de recetas contra los extremismos, la irracionalidad, el autoritarismo, la corrupción y las desigualdades que amenazan con destruir esta civilización. La jerarquía de la Iglesia Católica Española no es nadie para poner en riesgo esta herencia, que es ya patrimonio de toda la Humanidad.
6. Que animamos toda la ciudadanía catalana, clérigos o laicos, creyentes o no creyentes, a defender la democracia y el laicismo allá donde se encuentren amenazadas. Sabemos, en este sentido, que la Iglesia Católica catalana, como la española, está llena, en todos sus niveles, de buenos ciudadanos y ciudadanas, de los que tenemos la absoluta seguridad que sabrán estar a la altura de este momento histórico, y los cuales nos encontrarán siempre a su lado haciendo causa común en defensa de la libertad. 7. Que el G..O.·.C.·. arrecia su compromiso, ya expresado en ocasiones anteriores, con el ejercicio de la democracia en Cataluña, deseando que este conduzca al nacimiento de una República Catalana libre, democrática, laica y social, basada en los valores ilustrados de la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, consagrada al Progreso y a la protección de los Derechos Humanos, y fundamentada en el principio que todos los seres humanos nacen iguales y dotados de ciertos derechos fundamentales entre los cuales figuran la Vida, la Libertad y la Investigación de la Felicidad. Cómo dijo Benito Juárez, hermano Masón y padre del México moderno: "entre los individuos, como entre las naciones, el respecto al derecho ajeno es la paz". Al Oriente de Barcelona, 16 de diciembre de 2013Fuente:Página web del GOC
Traducción: El Masón Aprendiz