Comunidad de Madrid: aplausos y obesidad infantil

Publicado el 12 diciembre 2014 por Rgalmazan @RGAlmazan

No es exagerado decir que el gobierno de la Comunidad de Madrid está en descomposición, que huele, que día a día demuestra, desde la Asamblea donde el PP madrileño tiene mayoría absoluta, que su proyecto está en plena agonía.

Y es que lo demuestran constantemente. Están en situación de alerta máxima, no saben qué hacer, temen que están al final de una etapa y que perderán las próximas elecciones, y eso, con todos los privilegios que han adquirido, con todos los paniaguados a los que mantienen, tiene unas consecuencias tremendas que de ninguna manera quieren que suceda. Por ello, están dispuesto a cualquier cosa, incluso a decir o hacer barbaridades, les da igual, de perdidos al río.

Porque si no, no se explicaría lo ocurrido ayer. En la asamblea se despidió al destituido consejero de Sanidad, Francisco Javier Rodríguez --ese adalid de la solidaridad, el salvador del Ébola, el ejemplo de hipersensibilidad--, y naturalmente, como “ha hecho una magnífica gestión” todo el ejército pepero le aplaudió hasta la extenuación. Un aplauso vergonzoso pero que demuestra como son estos diputados peperos, porque no es muy explicable que se cese a un consejero y que se le aplauda, o sea se aplaude al cesado y por tanto se aplaude su labor, esa por la que se le ha echado. Un muestra más de cómo huele esta ciénaga.

Pero es que aquí no queda la cosa, y es que ayer los peperos madrileños se lucieron y demostraron cómo son. Porque el presidente González, ese que no ha sido votado, que ha heredado el cargo, el mismo que es conocido como “el marquesillo del ático” o “el monaguillo de la lideresa”, ayer demostró su valía y sensibilidad, porque a la petición de que se abrieran los comedores de los colegios, durante el periodo de vacaciones navideñas, para que no queden desasistidos los niños que sufren malnutrición, respondió con vehemencia y con soltura, con prepotencia y desprecio, que en Madrid el problema de los niños no era la malnutrición sino la obesidad (queriendo decir la sobreabundancia).

Si no fuera porque el tema es serio, podría considerarse que se trata de un chiste, pero no. Y es que este sujeto, heredero del poder, además de carecer de la mínima sensibilidad, vive en una burbuja que le aparta de la sociedad y de lo que debería ser su propio ideario.

Porque la malnutrición infantil es un problema que según Eurostat, Cáritas, Cruz Roja o Save the Children (como se puede comprobar instituciones y ONG bolcheviques desmelenadas) reconocen esta deficiencia y la cifran en un 25% de los niños. Pero claro, a las entidades europeas como Eurostat, o a las ONG católicas como Cáritas, o de reconocido prestigio como Cruz Roja o Save the Children solamente se las cree y utiliza como ejemplo cuando los datos son favorables. Porque la conclusión del Presidente González es que mienten cuando hablan de este problema.

Y decir que el problema es la obesidad es buscar una excusa que además no tiene ni pies ni cabeza, puesto que en la mayoría de los casos la obesidad es fruto de la malnutrición, por lo tanto sin malnutrición no tendría cabida la obesidad.

El caso es negar todo, por muy evidente que sea, si viene de la oposición. Hay que decir no, por principio y sobre todo si los datos comprometen la gestión del gobierno de la C.A.M. ¡Hasta ahí podíamos llegar! Tanto Esperanza, la lideresa, como González, el heredero, y sus muchachos del gobierno, y su partido de apoyo, son perfectos. Todas las críticas son producto de la mente calenturienta, confusa y enfermiza de la oposición.

Madrid, tanto la ciudad como la comunidad, ha sido una víctima de estos peperos inhumanos, ineficaces y contribuyentes gürtelianos y púnicos. Afortunadamente, para los residentes de Madrid ciudad, a Botella el espejo de Blancanieves le ha dicho, en castizo, que se las pire, pero a González, visto el apoyo que tiene de la condesa consorte, habrá que decírselo en las urnas. No nos queda otra.

Afortunadamente en estas elecciones habrá opciones nuevas o renovadas que bastarán para que el PP madrileño se estrelle. Tania Sánchez, candidata de IU Madrid en convergencia con otros grupos políticos han de conseguir el cambio que esta comunidad necesita. Un cambio que nos devuelva la ilusión y que haga de Madrid, lo que fue, lo que debe ser, lo que con esta gentuza ha dejado de ser, una ciudad cercana a los ciudadanos  y sus problemas, y lejana a megaproyectos y a amiguismos con los poderosos.

Salud y República