Con el poder cerca, al PP se le ve el plumero

Hasta ahora han estado calladitos. siguiendo la táctica del mudo. Han ido viendo cómo Zapatero se ha ido hundiendo sin hacer otra cosa que estar sentados, viendo pasar el cadáver de su enemigo.

Al revés, al no hablar de medidas concretas sino de rechazo de las medidas del gobierno, han intentado pasarse al otro lado y han presumido –que ya es presumir— de ser el partido de los trabajadores.

Sin embargo, parece llegado el momento de hacerse notar, se ven tan seguro de su triunfo que ya no les asusta nada, y empiezan a descubrir sus planes.

Viendo que esa inanición les ha funcionado y viendo que ni la corrupción les hace mella, han llegado a la conclusión de que es la hora de ir colando su programa poco a poco. Y han empezado a soltar lastre programático, que parece bombas de racimo antisindical.

Lo han hecho en algunas de las enmiendas que los peperos han presentado al proyecto de ley de la reforma laboral que está tramitándose actualmente en el Congreso.

Por ejemplo hablan de reforzar el papel de las ETT para flexibilizar más el mercado de trabajo y que se puedan contratar desde el ámbito público (imagínense profesores o sanitarios interinos, entre otros trabajadores públicos, contratados por medio de las ETT) . También están dispuestos a aumentar las bonificaciones a las empresas y a aumentar el tiempo de duración del contrato por obras y servicios, así como que cualquier puesto de trabajo pueda ser objeto de un contrato en prácticas (por aquí se pueden colar becarios hasta en los hipermercados).

Pero la perla pepera que quieren incluir es la restricción del derecho de huelga cuando se trate de cambiar algo vigente en un convenio colectivo. Lo que nos llevaría a que en plena negociación no podría haber conflicto. Ya me dirán ustedes, para cuando dejan que sea legal la huelga estos peperos, probablemente para cuando no paguen a los trabajadores o les hagan trabajar más horas o les muerdan una oreja. Y ahora que me digan con qué armas cuentan los trabajadores si no pueden presionar con una huelga en una negociación. Simplemente se quieren cargar este derecho elemental incluido en esa constitución que tanto veneran.

Ya anunció no hace mucho Montoro, el hombrecillo gris, que la huelga general era algo antiguo, algo caduco. A estos socios de la patronal les molesta el derecho de huelga, algo consustancial a un Estado de Derecho. Y es que lo de Estado de Derecho les viene grande, lo aceptan como mal menor, pero creer no creen en ello.

Así es que ya se van aclarando las cosas, esas encuestas que les encumbran les ha dado alas para empezar a descubrir sus cartas.

Con un PSOE haciendo políticas de derechas y con un PP que ya se siente gobierno y trata de tramitar recortes de derechos esenciales tenemos un futuro de armas tomar. No nos queda otra:” el 29 de septiembre, a las barricadas”.

Salud y República