Con el Valle de los Caídos como con el Muro de Berlín

Publicado el 21 noviembre 2010 por Elhombredelpiruli
Un año más se montó el carnaval del 20 de noviembre. Pero esta vez con la particularidad de que todos, los fascistas y los antifascistas, coincidieron en el mismo lugar. En los accesos a Cuelgamuros, porque la guardia civil impidió a todos llegar hasta las tumbas de Franco y de José Antonio. Primero llegaron los fachas, siempre más madrugadores, y luego los de la Memoria Histórica. Por último, los antifascistas/antisistema. Allí, todos juntos pero no revueltos, se insultaron, cantaron sus consignas y montaron su gorigori, quedaron satisfechos consigo mismos y regresaron a casa. Esta vez sin moratones porque la guardia civil impidió que llegaran a las manos. Los únicos que gozaron del día plenamente fueron los benedictinos que forman la comunidad del mausoleo ("La comunidad del Mausoleo", buen título para la próxima novela de Dan Brown), quienes celebraron su misa en honor a aquellos dos golpistas y levitaron recordando tiempos pasados.Llevamos 35 años con la misma cantinela y ninguno de los gobiernos que ha habido desde entonces ha resuelto el problema que plantea el Valle de los Caídos y la presencia de los despojos en Franco y José Antonio en semejante lugar.Yo voy a proponer aquí una solución definitiva y muy mejorada con respecto a la que he plantado otras veces.Lo primero es desacralizar el lugar. Una desacralización es como un exorcismo pero contra Dios en lugar de contra el Diablo. Es como decirle a Dios, "oye, tío, ya te estás dando el piro que no te queremos aquí". Y lo gracioso es que Dios (otras veces tan colérico) se larga y deja a los hombres que hagan de su capa y sayo.  Bien, una vez expulsado Dios del Valle de los Caídos se larga también a los benedictinos, que se busquen otro lugar para rezarle a los dictadores. Yo propongo devolverlos a Roma para que eleven preces por el alma de Calígula, que seguro que lo necesita más que Franco, quien, a fin de cuentas, pasó toda su vida bajo palio y gozó del favor de Dios y de la Iglesia.Una vez evacuado el exsantuario (la Real Academia dice ahora que se escriba así, junto, y no ex santuario) se ataca el segundo paso. Aquí es donde cambia mi propuesta. Siempre he sido partidario de dinamitar la enorme cruz de granito y hacer piedras para mecheros. Pero me he dado cuenta de que eso no tiene mucho futuro con los encendedores eletronónicos y la creciente persecución de los fumadores. Aquí está la novedad que aporto:  hacer trocitos muy pequeños con la cruz y venderlos, como han hecho en Alemania con el muro de Berlín. El mes pasado estuve en la capital alemana y se me abrieron los ojos (ved la foto, qué ojos se me pusieron). No aprovechamos nuestras potencialidades comerciales (otro día hablaré de los chichis franceses). Allí siguen vendiendo trocitos del muro de Berlín en cajitas a precios módicos de entre seis y diez euros. Y, ojo, con certificado de garantía. ¿Imaginan el negocio que supondría vender miles de millones de trocitos de la cruz del valle de los Caídos, cada uno a diez euros? No solo los comprarían nuestros fascistas carpetovetónicos sino que vendrían de todo el orbe conocido, formarían colas (o procesiones, según se mire) para adquirir su piedrecita santa. Esto, además estimularía el turismo interior y acabaría con el déficit de Estado. Ruiz-Gallardón se tiraría de las cejas porque no pillarían parte del negocio y seguro que Esperanza Aguirre reclamaría a Patrimonio Nacional (a quien pertenece la basílica) un porcentaje de los beneficios, aunque antes intentaría privatizarlo ofreciendo un combo con el Canal de Isabel II.Ya va siendo hora de que resolvamos este asunto de una vez. La tendencia del gobierno Zapatero al coitus interruptus en todo lo que hace (Ley de Libertad religiosa), cuando no se corre fuera (Memoria Histórica, ley de Dependencia, Acuerdo para la financiación de la Iglesia) o simplemente ni se la menea (estatuto para la Agencia Efe) ha dejado este asunto del Valle de los Caídos como un problema que es motivo de enfrentamientos cada año. No solo desaprovechó la Ley de Memoria Histórica para darle una solución definitiva, sino que esta mala ley es la causante, de rebote, del hundimiento del juez Garzón, el único que quiso resolver sus defiencias.ZP, déjese de melindres, entregue los restos de Franco y José Antonio a uss respectivas familias (así podrán poner las tumbas en el jardín de casa y cobrar la entrada), triture la cruz y véndala en cachitos lo más pequeños posible. Después intale en el exmonasterio un centro de Memoria Histórica, una leprosería o un hotel de lujo con campo de golf. Lo que quiera, pero mueva el culo, por favor.