Revista Ciencia

Con la chova, de lo nuevo y de lo viejo en nuestras relaciones estelares.

Por Daniel Paniagua Díez
Con la chova, de lo nuevo y de lo viejo en nuestras relaciones estelares.
Los viejos y nuevos cuentos
Mirando imágenes antiguas se da uno cuenta de que los cuentos son casi siempre los mismos, repetidos una y otra vez, con escasas variedades locales. La imagen superior es la parte frontal de la llamada Placa de Lamashtu; en forma gráfica nos muestra un precioso cuento de la época de los sumerios y acadios.
Con la chova, de lo nuevo y de lo viejo en nuestras relaciones estelares.
En este dibujo se distinguen mejor las imágenes. Se lee de abajo arriba y de derecha a izquierda. Cuenta cómo el señor Pazuzu asusta o expulsa al demonio femenino Lamashtu (más tarde llamada Lilith o Laila) y que representa a lo que denominaríamos el “espíritu femenino desbocado” que cabalga sobre un burro, que va sobre una barca que navega por el río o el mar, intentando dominar las serpientes a pares es atacada por un cerdo, un perro y un escorpión. Y tiene un clavo y una punta de pedernal clavados en la cabeza, la demencia para entendernos. Este espectro femenino está impidiendo el normal funcionamiento de la sociedad humana representada por las plantas y utensilios que usan las personas, debido a que está expuesto a los venenos de la vida al aire libre; muy llamativa es la figura de las lámparas, lámparas de aceite para alumbrar los hogares. El cuento relata que esta demencia ataca de noche, cuando nos quedamos "sin luz".En el siguiente nivel del relato vemos a los señores de las estrellas, muestran tres aspectos con cabeza de humano, felino y caballar, peleándose por el dominio celeste. Mientras tanto los señores peces operan sobre un ser ¿el ser humano? Orante y suplicante a las deidades superiores. Una gran lámpara de pie indica que los señores peces hacen las cosas a las claras y con conocimiento.En el siguiente nivel una representación de los señores estelares superiores, ya ascendidos, y en estado de buena amistad, concordia, se saludan los unos a los otros; ya no hay peleas ni nada por lo que pelear.Y por último la representación del “CIELO”; para los sumerios era muy importante el seguimiento de Las Pléyades, las Siete Hermanitas, representadas por siete esferas y una lámpara; allí no están a oscuras. A continuación vienen el Sol y la Luna custodiando la luz del “Dios Superior” y alado. Y finalmente a la izquierda aparecen unas lanzas y lo que parece ser un panal artificial y una jirafa, ¿representación de constelaciones? Lo ignoro.Es un cuento, pero nos relata con infantil mirada cómo los sumerios y los acadios no tenían menor empacho en confesar que conocían y estaban relacionados con seres de las estrellas e incluso con seres superiores a los estelares. Y que recibían ayuda de ellos.
Con la chova, de lo nuevo y de lo viejo en nuestras relaciones estelares.
Para los europeos ese mundo de contactados estelares nos llegó a través de los hebreos, sus sectas y cultos, y cómo sus sacerdotes trataban de imitar con abalorios los controles de los trajes espaciales de los alienígenas con los que trataban.
Con la chova, de lo nuevo y de lo viejo en nuestras relaciones estelares.
En Hispania también debió de haber algo similar pues no hay más que ver el Tesoro del Carambolo, que más parece el tesoro de Salomón o algo así. Pero puede ser que así como llegaba a Tartessos marfil de Asia también llegaran noticias de esos contactos con alienígenas.¿Usted qué opina a este respecto? La cosa viene de lejos, lo reconozco.
Daniel Paniagua Díez

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