Con la crisis actual, las grandes fortunas han aumentado un 10% y la bolsa española en 2010 ha sido la más rentable de Europa para los especuladores.

Me manda mi amigo Javier Domínguez la foto adjunta que publicada por “el país” el 22/09/2010, tenía por pié de foto “Zapatero garantiza a los grandes inversores de Wall Street “mayor disciplina y exigencia”. Y me confiesa que donde dice GRANDES INVERSORES debería decir GRANDES ESPECULADORES, o como siempre me dice, GRANDES JUGADORES DE BOLSA.

La noticia del “El país” nos vendía que José Luis Rodríguez Zapatero, en su encuentro de dos horas en Nueva York con financieros como George Soros, David Solomon (de Goldman Sachs) o John Havens (del Citigroup) “dio garantías de que el ajuste del gasto público y el programa de reformas en España, seguirán adelante”.
Pero no hay que ser ningún lince económico ni periodista demasiado avezado para leer que es el presidente del gobierno español el que está arrodillado a los mercados y recibiendo órdenes de Soros y de los grandes especuladores en USA. De hecho, y según parece Zapatero exhibió su "firme determinación" de hacer más competitiva la economía española: “La reducción del déficit y la deuda exigirá mayor disciplina y exigencia”, es lo que dicen que añadió.
La reflexión que me sugiere ese escándalo que supone que los bancos en épocas de crisis como la actual, sigan declarando esos desmesurados beneficios, solo es comparable al hecho de que la bolsa española en 2010 haya sido la más rentable de Europa para los especuladores o que las grandes fortunas hayan aumentado un 10% por la crisis actual.
Si tomamos cualquier gráfico de la bolsa de este año, referida a las variaciones del Ibex 35, de los valores financiero de las principales empresas españolas, observaremos que este índice sube y baja en forma de sierra con más de cuarenta picos y cuarenta valles. Pero ¿Qué acontecimientos provocan o coinciden con estas subidas y bajadas? Que si el Director del Banco de España dice que hay que retrasar la edad de jubilación, que si el fondo monetario internacional exige la reforma laboral, que si tal o cual agencia de evaluación del rating rebaja la fiabilidad de la deuda española, que si aumenta la prima de riesgo, que si en cuarenta años no podremos pagar las pensiones, … Y un dato muy curioso: El aumento del paro no hace bajar la bolsa; y la supresión de la ayuda de 416 euros a los parados que han agotado el seguro, o el anuncio de que para el 2027, se jubilarán más viejos, hacen subir la bolsa.
Y uno se pregunta ¿Quién pijo manda aquí?

El Sr. Soros (el primero de la derecha en la foto), ese que de joven hundió la libra esterlina, haciéndose en unas horas con una de las mayores fortunas del siglo, va y dice que los “inversores” (nosotros diríamos especuladores, y mi amigo, jugadores de bolsa) se rigen por la realidad, pero que esa realidad virtual se puede crear y así forzar a la bolsa a subir o bajar según convenga.
Y así es como ha ocurrido en la bolsa en España: un anuncio de uno de estos señores hace bajar los precios, y los especuladores, -que son ellos mismos-, compran barato cuando ha caído la bolsa. Luego alguien lanza otra noticia y suben; momento en el que venden mas caro y ya tienen unas ganancias que multiplicadas por cuarenta veces al año, dan un sencillo resultado: que los que ahora llaman inversores -y repetimos que deberíamos llamar especuladores-, se forran los bolsillos a costa de todos. Así de sencillo. Esas grandes fortunas, (las que tienen más de un millón de dólares de renta), han crecido en Europa, en Estados Unidos y en España un 10% a pesar de la crisis que ellos mismos provocaron o mejor dicho, aprovechando la crisis que ellos mismos generaron.
Y para colmo de males, el Gobierno de ZP arrodillado y obediente promete tomar medidas para “tranquilizar a los mercados”. Pero los mercados no se tranquilizan hasta que no se siguen sus consejos; y no porque sean malos, sino porque eso es rentable y les produce dinero.
Yo digo como mi amigo Javier: “Las medidas eficaces serían prohibir la venta de acciones compradas antes de un año o gravar los beneficios obtenidos de la reventa, o no pedir dinero prestado y arreglarnos con lo que tenemos”.
Pero además habrá que ahorrar, pero no bajando los salarios o recortando derechos laborales sino en las injustas e innecesarias guerras y traer ya, por ejemplo, las tropas de Afganistán, que nos cuestan una pasta gansa; o dejar de pagar a la OTAN; o comprar el petróleo directamente a Venezuela y no en el mercado de futuros, o hacer negocios con Irán, o crear una banca pública con las Cajas de ahorros que de créditos a los pequeños, o suprimir los paraísos fiscales, o cualquiera de las propuestas que desde la izquierda social (ATTAC), política (IU) o sindical, se vienen haciendo en los últimos meses.
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