Con la edad miro más mi alimentación

Por Sentir @menjasa1

El portero del Espanyol nos explica las exigencias que tiene la vida de un deportista profesional y nos confiesa qué alimentos –tomados con moderación– son su perdición

Sin lugar a dudas es uno de los mejores porteros de la Liga española de fútbol. Kiko Casilla (Alcover, Tarragona, 1986) es titular indiscutible en el RCD Espanyol, equipo en el que lleva jugando cuatro temporadas. Estar en la disciplina de un equipo profesional requiere un doble sacrificio y esfuerzo: primero para llegar hasta Primera División, y después para mantenerse en la élite donde la exigencia no está solo en los partidos, si no también en los entrenamientos y en el día a día. Charlamos con Kiko sobre su preparación física, su alimentación y su estilo de vida.

Este año te vemos en muy buen forma. ¿Estás mejor que nunca?
Sí, creo que sí. Es porque ahora tengo mucha más experiencia y la confianza hace mucho. Jugar más partidos es fundamental en mi evolución como futbolista.

Un portero, ¿cómo mantiene la tensión durante todo el partido?
En lugar de hacerlo físicamente, porque no tienes tanto desgaste, lo que haces es hablar mucho con la defensa. Les das instrucciones sobre sus posiciones en el campo. La comunicación es básica porque te permite estar muy concentrado.

Tu preparación física, ¿es diferente a la del resto de compañeros?
Sí, a los porteros no nos hace falta correr 20 ó 30 minutos. Hacemos una preparación donde el protagonismo lo tiene es espacio corto y la rapidez. Es un entrenamiento exclusivo. Por ejemplo, usamos una máquina enganchada en la espalda con un chaleco y unas cuerdas que tiran de nosotros. Con esto trabajamos la tensión, los saltos, las caídas y la agilidad. También usamos unos chalecos con peso para trabajar bajo palos, o pelota también pesadas para hacer saques de mano desde la portería.

A estas alturas de la Liga, ¿fallan las fuerzas o el cuerpo técnico dosifica con mesura vuetro esfuerzo físico?
Saben que la gasolina empieza a fallar, así que ya tienen todo preparado desde que comienza la temporada. Por eso ahora hacemos entrenos más cortos, pero más intensos, para mantener esta chispa que necesitamos hasta el final del campeonato.

Justo esta temporada renovaste con el Espanyol hasta el 2018. Antes de consolidarte has estado también en dos equipos de Segunda. ¿Qué diferencia hay entre las dinámicas profesionales de las dos categorías?
No hay mucha diferencia, aunque la presión personal que tienes es diferente. He tenido la suerte de trabajar con cuerpos técnicos muy profesionales y que, aunque con métodos diferentes, buscan lo mejor. Siempre he estado muy bien.

En lugar de futbolista, ¿qué hubiera sido Kiko Casilla?
No lo he pensado nunca, pero siempre he sabido que quería llegar donde estoy ahora. Seguro que haría alguna cosa relacionada con el deporte.

¿Qué haces en el tiempo libre que tienes en las concentraciones previas a los partidos?
Conversar con los compañeros. Llevo muchos años con Abraham, con quien coincidí en el Cadiz, y comparto habitación y muchos ratos con él. También miro la tele y paso el tiempo como puedo.

Cuando estás fuera del trabajo, supongo que no haces ninguna actividad física más.
No, intento descansar. Algún día sí que hago cosas diferentes como ir a los karts, pero sobre todo me gusta estar con la familia.

Y durante las vacaciones, ¿mantienes la forma física o llegas con algún “quilito” de más al inicio de temporada?
¡Pero si incluso pierdo peso! ¡No sé por qué! Tampoco soy de los que hacen mucha cosa. Hay diez días en los que desconecto de todo, pero en los últimos quince voy al gimnasio para llegar más a tono. También tenemos unas pautas que nos envían los preparadores físicos y que tenemos que seguir tanto en verano como en Navidad. ¡No nos dejan tranquilos! (ríe).

Como profesional de un equipo de élite, ¿también estás obligado a llevar una alimentación ordenada?
Sí, es básico y fundamental. Creo que cuanto mayor eres, más lo necesitas controlar, porque cuando eres joven no le das importancia. Cuanto más pasan los años, más sabes qué va mejor o peor para tu cuerpo, que al final es tu herramienta de trabajo. Cuánto mas edad, más lo valoras y lo miras. También tengo la suerte que me gusta mucho comer pasta y pollo, que son alimentos básicos para los deportistas.

¿Qué comes cada día?
Por la mañana tomo un zumo y un sándwich de jamón dulce. Por el mediodía, pasta o carne, caldo, sopas, arroz… y, por la noche, siempre hago una comida más suave con ensalada y alguna cosa de carne o pescado. Soy muy carnívoro.

¿Cuántas comidas haces al día?
Habitualmente cuatro. La merienda no la hago siempre, pero suele ser algún licuado o zumo.

Tienes una niña pequeña. ¿Cuándo estás en familia, comes igual de sano?
Sí, mi mujer también se cuida y come muy sano. No acostumbramos a comer grasas ni guisos tipo potaje.

¿Cuándo es un buen momento en el que te saltas la dieta habitual?
Con las pizzas, ¡las que son caseras están buenísimas! También me gusta el embutido y el pan con tomate. Y después de un partido, o para cenar el día de fiesta, siempre tomo coca-cola. Durante la semana bebo agua.

¿Entras en la cocina de tu casa?
¡No, soy horrible cocinando! Bueno, ahora he empezado a hacer tortillas para la peque. Pero tengo la suerte de que mi mujer cocina muy bien.

Pues con el fútbol has pasado temporadas fuera. ¿Cómo te has espabilado?
Cuando era menor y estaba en el fútbol base del Real Madrid vivía en una residencia escolar y allí nos daban de comer. Después, cuando viví solo con algún compañero de equipo, ya con 18 años, íbamos a un bar a hacer el típico menú de “currantes”. Era comida casera. Y para cenar hacíamos ensaladas, ¡facilísimo!

¿Qué comida no soportas?
Alimentos como el champiñón, los rovellons o la coliflor. En cambio, con los años, como cosas que antes no comía como los purés de verduras o calabaza o las lentejas.

¿Vas a hacer la compra al súper o al mercado?
Sí, al súper.

Y, ¿llevas lista de la compra?
No, la lleva mi mujer. Yo llevo el carro y miro las cosas que me gustan… como las galletas (ríe).

¿Vas a menudo al restaurante?
Sí, los días de fiesta o después de jugar un partido.

Y ya para acabar, te quiero poner a prueba. Los cacahuetes, ¿son un fruto seco o una legumbre?
Fruto seco.

No, legumbre.
Vaya…

La carne magra de cerdo tiene más colesterol que la de ternera. ¿Verdad o mentira?
¿Verdad?

Mentira.
¿Tiene menos? No acertaré ni una.

El pan engorda. ¿Verdad o mentira?
No engorda, pero si le pones alguna cosa más, ¡sí!

Esta es buena. Suerte que bajo palos eres mucho mejor.