¡Con La Iglesia hemos topado!

Publicado el 23 marzo 2011 por Reven

¡La blasfemia no debería ser delito!

Resulta que hace poco la policía ha detenido a unos jóvenes -una chica y tres chicos- por un performance que hicieron en la capilla de la UCM, una universidad pública, que consistió en quitarse un velo y descubrirse el abdomen donde tenían escritas consignas. No hace falta que recordemos aquí que la universidad tiene autonomía y entrar en dicha capilla, en suelo universitario, no constituye delito alguno. Las detenciones tuvieron lugar en sus propias casas y con una celeridad que contrasta con otros casos. Los chavales fueron puestos en libertad unas horas después de su detención.

Se les acusa de un delito contra la libertad de conciencia y el sentimiento religioso, un ya flagrante delito que de hecho no cometieron:

“Defendemos el derecho individual de cada uno a tener la creencia que considere oportuna, pero nos parece intolerable la presencia de una institución religiosa, sea cual sea, en una universidad pública” Declaración de los chicos en el artículo anteriormente citado.

El tipificado delito, que además no se ajusta a la actuación de los jóvenes, es vergonzante para una sociedad avanzada y cuyo estado se considera laico. Es totalmente respetable la persona creyente, por mucho que sus creencias sean estúpidas y tan fáciles de refutar que requieran de la existencia del delito de blasfemia (que es lo que realmente es la ley que se les aplica a estos manifestantes). La ley antes mencionada dice así:

1. Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican.

2. En las mismas penas incurrirán los que hagan públicamente escarnio, de palabra o por escrito, de quienes no profesan religión o creencia alguna.

Artículo 525 del Código Penal

Toda una ley medieval en pleno Siglo XXI. Es decir, entiendo que vejar a alguien por creer o no creer, humillarle, sea delito. Pero no es ese el objetivo de esta ley, ya que existe el derecho al honor y la dignidad, que ya está protegido por ley. El objetivo es frenar los ataques, la crítica, y el debate de las doctrinas religiosas, cosa que significa censura y, si encima se castiga, también representa represión. Y eso es lo que ha sucedido en la UCM: se está castigando a unos chicos por manifestar su disconformidad con la existencia de un culto privado en unas instalaciones públicas, ajenas a la iglesia y pagadas por todos los contribuyentes, también no creyentes, para estudiar, NO PARA RENDIR CULTO A UN DIOS.

Es decir, van a reprimir a unos miembros de la comunidad universitaria por exigir, llevando a cabo la exigencia dentro de la comunidad a la que pertenecen por derecho propio, que se retiren actividades ajenas a esta y encima son estos entes ajenos los que piden la expulsión de los estudiantes. Y viendo el rumbo de los acontecimientos no podemos dudar de que exista la posibilidad de que a estos estudiantes se les prive de su pertenencia a esta institución por ejercer su derecho a la libre expresión. ¿Qué es lo más grave que pudo pasar? ¿Que se le escapase una teta a alguna de las chicas que protestaron? Os recuerdo que estamos en el 2011, en los años 60 hubiesen matado algunos porque eso sucediese.

El grupo de extrema derecha, asociado a El Yunque mexicano, Hazte Oír, ha pedido la identificación y expulsión de “los criminales” y el cierre de sus organizaciones -como hacía el generalísimo-. Y no es la primera vez que presionan -y consiguen cosas- a las entidades universitarias y políticas para reprimir todo lo que moleste a los cristianos. ¿Libertad de creación, expresión, pensamiento? Eso molesta a este tipo de cristianos que tienen de todo menos buena fe y respeto para los demás.

Eso sí, si lo que pretendían los jóvenes era generar un debate al respecto de la financiación pública de las instituciones religiosas lo han logrado. Con unos dirigentes tan pésimos como los eclesiásticos y sus ansias represoras han conseguido que su protesta se cuele en todos los periódicos a nivel nacional.