Con la soga al cuello

Publicado el 18 diciembre 2011 por Futbolgol

Javier Aguirre

Cinco puntos son los que separan al Real Zaragoza del Villarreal, que es el equipo que actualmente marca el límite del descenso. 2 victorias y 4 empates suman los blanquillos, en 10 partidos no se han sumado puntos, 13 goles a favor, 31 en contra, las estadísticas son demoledoras y dan una muestra de lo que está sucediendo a orillas del Ebro.

Las causas de tan pésimo rendimiento son varias y han sido comentadas anteriormente, plantilla de poca calidad y formada muy tarde, tendencia negativa desde hace varias temporadas, parece que se ha caído en un pozo del que no es posible caer, nula confianza en la junta directiva, aunque esto no influya directamente en los resultados… a esto se han sumado varias causas más a lo largo de la temporada, casi todas relacionadas con el entrenador, Aguirre, que comenzó siendo el clavo al que agarrarse y que ahora parece un problema más.

Este verano llegaron 2 compatriotas del entrenador para reforzar la plantilla, Efraín Juarez y Pablo Barrera. Al 1º se le situó de lateral derecho, su rendimiento ha sido pésimo, comete errores casi todas las semanas, el último, este mismo sábado, permitió el primer gol del Athletic. Bien es cierto que, por la pésima confección de la plantilla, no existe ningún lateral derecho natural con lo que, cualquier solución, va a ser improvisada pero no es menos cierto que, la tozudez del entrenador con su compatriota está siendo excesiva.

Al equipo le falta calidad y orden, lo primero se sabía, lo segundo, seguramente, sea el mayor debe en contra de Aguirre, un equipo de la zona de abajo de la tabla tiene que ser especialista en el juego a balón parado, tanto en defensa como en ataque, el Real Zaragoza ha demostrado ser más bien lo contrario. La seguridad defensiva brilla por su ausencia, sólo el meta Roberto, que está a un nivel extraordinario, se salva de la quema, esto también es responsabilidad del técnico.

No sé si sobrevivirá a este periodo vacacional, si es así, Aguirre tendrá que autoexigirse más para, al menos, competir con dignidad, la plantilla es la que es, pero no hay que obviar que el trabajo realizado con la misma deja que desear.