Podrás tener muchos familiares, muchos amigos, muchos admiradores, podrás tener un sinfín de personas que estén dispuestos a hacer por ti cualquier cosa, pero al final de cuentas solo cuentas contigo mismo, nadie puede decirte como vivir adecuadamente, como solucionar un problema o que necesitas, nadie puede consolarte, sanarte en momentos de dolor ni mucho menos rehabilitarte, solo tú eres quien te conoce y escucha en todo momento, solo puedes contar incondicionalmente contigo mismo.
No está mal rodearse de otras personas, después de todo somos seres que necesitan vivir en sociedad, pero esto no debe implicar dejar de conocernos a nosotros mismos, el mundo está lleno de personas que por tener amistad o apoyo de otros son una persona totalmente diferente a quien quisieran ser, personas que por más comodidades que tengan viven siendo infelices.
Somos unos ingenuos, muchas veces cuando algo nos pasa recurrimos a miles de personas en busca de soluciones o consuelos, el resultado en la mayoría de los casos es que la gente nos da la espalda o no puede ayudarnos, nos angustiamos y más nos derrumba dicha situación, si antes de hacer eso recurriéramos a la única persona con quien podemos contar (nosotros mismos), lograríamos tener la calma suficiente para saber enfrentar la situación, lograríamos estar firmes aun si estamos rotos por dentro, lograríamos estar en paz interior aun si el mundo se cae a pedazos.