con los hijos, apoyar y no apuntalar

Publicado el 05 abril 2023 por Tranquilitamente @tranqilitamente

los niños (como los problemas) crecen, y poco a poco empiezan a necesitar su espacio. no porque entren en la adolescencia y se conviertan en seres mutantes descontrolados muy a su pesar y al nuestro (que también), sino porque es realmente necesario para su desarrollo.

pero resulta que, igual que ellos no están preparados para entrar en esa nueva fase, los padres en muchos casos tampoco lo estamos para que entren.

y entonces nos encontramos con situaciones en las que la sobreprotección de los progenitores traspasa la frontera del absurdo. Y lo que antes hacían los niños perfectamente solos y orgullosos de hacerlo con 8 años, pues ahora nos planteamos que es una locura para los nuestros de 12 ó 15.

confundimos apoyarles con convertirnos en su único apoyo, de manera que cuando les faltemos (de forma circunstancial o definitiva, y ambas pasarán), caerán de bruces en la vida, porque no sabrán hacer otra cosa.

pensaba en esto ayer, oyendo cómo los padres de un amigo cuyo hijo sale de nazareno, se organizaban para turnarse y seguirle entre ambos todo el recorrido, para asegurarse de que iba bien, porque «es que nuestro hijo no aguanta tanto andando, y además se va a asustar como no nos vea y le va a dar angustia el capirote».

y a mi parecía que iban a tener razón, solo porque llevaban diciéndole eso mismo al niño un mes. Por lo que difícil iba a ser que él disfrutase de su paso de semana santa con calma y menos aún con seguridad y confianza en sí mismo.

otro ejemplo que también hablaba anoche con mi cuñada, es que en el colegio habían castigado a su hijo sin ir a una excursión por haber roto algo jugando con un compañero donde y cuando no debían, pero que había cumplido el castigo sólo su hijo, porque la madre del otro había dicho que, estando la excursión pagada, su hijo iba, hubiera roto lo que hubiera roto, cuando y como hubiera sido.

opiniones sobre los castigos aparte, y que me parece una total falta de respeto al centro en cuyas manos has depositado parte de la educación de tu hijo (importante recordar que la principal se da en casa), ir de redentor así solo le enseña que puedes sacarle las castañas del fuego siempre sin excepción, y (matiz a no perder de vista) más si hay dinero de por medio. y esto es algo que no va a poder ser siempre así. y de nuevo batacazo del niño contra el duro asfalto de la realidad.

mención aparte tienen los padres que interceden por sus hijos vía wasap para «solucionar» entre adultos las riñas de patio que los niños solucionan con la misma rapidez que generan, pasando página sin que les tiemble el pulso, ni queden secuelas.

porque aquí lo grave son las consecuencias: hijos inseguros, que no saben tomar decisiones, ni afrontar y asumir las consecuencias de las que lleguen a tomar. y luego vendrán las frustraciones, y los llantos y el crujir de dientes…

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