¿Qué es el amor? ¿Qué significa para el hombre, la mujer, o ese mundo intermedio que dicen las nuevas y viejas convicciones que los hombres son de venus y las mujeres de marte?...¿A quién le importan los convencionalismos si es el amor lo que buscamos?
El amor ideal, es un tema que desde la antigüedad se conoce, quizás no de una forma tan determinante como en Mery Shelley, una de las grandes intelectuales de la época romántica, cuyo verdadero nombre fue Mary Wollstonecraft Godwin, 30 de agosto de1797 – 1851, narradora, dramaturga, ensayista, filosofa y biógrafa británica muy reconocida pese a la época en que vivía: lo que llamamos época gótica-romántica. Sin embargo, su vida siempre fue una película que el director de esta, y anteriores versiones siempre subestimó.
Un año después, Mary Wollstonecraf regresa a Inglaterra con su apellido de viuda, Shelley y se dedica a la educación en casa de su hijo, porque las escuelas y demás por considerar que la madre era un problema, se negaban a recibirlo. A muerte del hijo mayor de Shelley,en la cárcel, por un oscuro secreto de chamtage y homosexualismo, desesperado por dejar un administrador de la finca y heredad familiar, sir Timothy Shelley, padre de Percy ofreció mantener a su nieto, y a ella darle una generosa cantidad de dinero si ella dejaba al niño a su cargo y se retiraba. Rechazó la idea, pero sir Timothy ofreció una renta anual la cual tendría que devolver en cuanto Percy Florence hubiese heredado la finca) había aceptado mantener a su nieto, y permiso para verlo unas tres veces al mes.
Mary Shelley murió a los53 años, de cáncer cerebral. Por eso, mucho de los biógrafos actuales presumen que la creación de frankenstein, fue parte de una vida plagada de enfermedades, probablemente vinculadas al tumor cerebral que acabaría con ella. Ella fue principalmente reconocida por sus esfuerzos para publicar las obras de Percy Shelley, por lo que incluso su novela Frankenstein, la cual sigue siendo ampliamente leída y ha inspirado varias adaptaciones en cine y teatro, fue asignada durante muchos años a Shelley, y no a ella hasta 1900 aproximadamente, y se considera precursora de El último hombre, 1826, Lodore, 1835, y Falkner, 1837.
Para La Coleccionista de Espejos, La Coleccionista de Espejos[]