Con peces entre las hojas.

Por Negrevernis
No, no es del mar, sino el viento entre las ramas. Pero lo parece, ¿cierto?

Atiende.

¿Notas cómo llega despeinando? Las hojas chapotean entre sí, se alargan unas contra otras.

Viene de lejos, de allá. Revola entre ellas, suave al principio, las mezcla, ¡las sacude! Crece en ímpetu y explota en el choque.

Atiende ahora.

Se aleja: ha explotado, ¿no lo notas? Y parecía una ola en verde y azul. Creo que hasta podría haber brillado.

Los Antiguos hubieran sabido leer entre el baile de ramas las voces de los dioses...

Atiende.

Hoy no cierres la ventana: déjala bien abierta, no sea que venga el viento con espuma.