Mi chico y yo nos cambiamos de piso a finales de mayo. Ese es el principal motivo de que en los últimos meses no haya tenido tiempo de leer, reseñar, contestar comentarios o visitar otros blogs. Entre mirar pisos, mirar muebles, organizar la mudanza, hacer todo el papeleo y, por si fuera poco, todo eso se me ha juntado con una época de mucho trabajo y la creación de una nueva empresa.
Pero no quiero aburriros. Lo único que quiero es pediros disculpas por tener tan abandonados tanto mi blog como los vuestros. En julio nos marchamos de vacaciones a la playa, pero espero que en agosto todo vuelva a la normalidad y pueda organizar mi vida y encontrar tiempo para todo.
Y ahora, vamos a lo que de verdad importa, la entrada de hoy. Al llegar a la nueva casa, mientras conectábamos la nueva televisión, nos encontramos con esto.
Sí, sí, habéis leído bien, canviar en lugar de cambiar. Ellos sí que han cambiado, pero no de canal, sino la M por la N y la B por la V y se han quedado tan anchos. Menos mal que por lo menos la tele se ve bien...
Abrazos literarios para todos.