Las sesiones de rayos uva, lejos de preparar la piel para el sol, son un factor a tener en cuenta ya que se puede desarrollar cáncer de piel. De hecho, el riesgo de cáncer de piel se eleva si a lo largo de toda la vida se hacen 10 horas de rayos uva.
Es imprescindible que al realizar una sesión de rayos uva se utilice un buen protector solar, sobre todo porque una exposició los rayos ultravioleta en una cabina de bronceado hasta 10 horas a lo largo de la vida ya es un riesgo a mayores para padecer cáncer de piel. 10 horas pueden ser 100 sesiones de 6 minutos cada una, o 50 sesiones de 12 minutos, a lo largo de la vida sean repartidas como sean. A veces la belleza cuesta salud.
El doctor Berrocal considera que, debido a que las cabinas aumentan las posibilidades de cáncer de piel, se debería advertir a los clientes por parte de estas empresas de la situación para que sean conscientes de los peligros. Hay que recordar que el cáncer de piel puede matar, y es mejor prevenir antes de enfrentarse a una enfermedad tan importante.
Por la contra, es necesario saber que un bronceado natural, y no artificial en las cabinas de bronceado, sí tiene una función protectora para la persona, aunque se debe broncear para protegerse de los peligros del sol, sobre todo con un bronceado alto y principalmente los primeros días de exposición al sol, además de evitar tomarlo en horas en que el sol pegue mucho y pueda ser perjudicial.
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