Con estas palabras definía Carlos Delfino el ánimo argentino después de la derrota ante Lituania y fue lo que se pudo ver hoy ante Rusia: un equipo desgastado físicamente pero con mucha vergüenza deportiva. Que buscó la victoria en todo momento y venció a los rusos con dos descollantes actuaciones de Luis Scola y el propio Delfino (53 de los 73 puntos del equipo)."Lo de ayer fue un golpe durísimo, el que se durmió mas temprano fue a las 5 AM, pero tenemos esta pilcha y mucho orgullo"
Argentina volvió a apostar al juego interior de su capitán y lo que pudiera generar con su talento el escolta santafesino como armas principales. A diferencia de ayer, los rusos (mucho mas pasivos que los lituanos en defensa) no pudieron contrarrestar las acciones de estos dos jugadores.
Otra gran diferencia con respecto al partido de cuartos estuvo en la intensidad defensiva. Argentina alternó entre personal y zona 2-3, lo que hizo que los rusos no se sintieran cómodos en ningún momento. Se apostó nuevamente a liberar a los tiradores rivales y cerrar a los gigantes rusos y las penetraciones. Este es un mal necesario que padece la Selección ante su falta de talla. Aunque buena (46,7%), la efectividad en triples de Rusia no fue la misma que la de Lituania y los internos estuvieron bien controlados, por lo que Argentina consiguió una importante victoria que le permitirá disputar frente a España, el partido por el 5to. puesto.
Fue una muestra mas de caracter luego de un duro golpe recibido menos de 24 horas antes. Lo dijo Delfino pero lo reflejaron todos en la cancha.