Poco después, en marzo de 2007 la recién creada la Plataforma contra la militarización de Albacete empezó a difundir y sumarse a lo que ya se había institucionalizado todos los primeros domingos de mes. Y así durante más de 6 años, guerra a guerra, denunciando el tráfico de armas, los escandalosos gastos en defensa, siempre escondidos, o la Escuela de Pilotos de la OTAN que nos clavaron aquí, para el regocijo de los “pacifistas de salón” que aún siguen agradeciendo a Bono y a Barreda la proeza de traer a Albacete lo que ya desecharon en Jever (Alemania) o en Florennes (Bélgica). Hace dos años lo contábamos así en LA TERCA UTOPIA.
Espero que con esta llamada de atención el cinismos, no nos lleve a pensar que son los refugiados los que tienen en riesgo sus derechos, y no los inmigrantes por otras causas, ni que discriminemos entre el sufrimiento de un@s y otr@s. Todas las personas inmigrantes no emigran de sus países por capricho sino, como dice Javier de Lucas, por la brutal desigualdad que no para de crecer entre nuestro mundo rico y sus países pobres.
El texto leído hoy fue este.
Parad la guerra, simplemente eso. Por la Plataforma contra la Militarización de Albacete.
Todos hemos visto la estremecedora imagen del cuerpo de Aylan, de 3 años de edad, yaciendo sin vida en una playa turca. Pero es una de las pocas imágenes que nos llegan de las verdaderas consecuencias que tienen todas las guerras, pues en todas, las principales víctimas son los niños. No hay guerras buenas o malas, sólo hay malditas guerras y los medios de comunicación no suelen mostrarnos esa durísima realidad. Por el contrario se nos venden con cierta frecuencia las dudosas bondades de la militarización de los estados.
No deberíamos sorprendernos por esas imágenes de padres que corren con sus hijos en brazos, saltando alambradas con cuchillas asesinas, o la imagen de un bebé muerto en una playa. Es consecuencia de una política mundial por la que se compran más balas que kilos de arroz.
Y ante todo esto, obtenemos hipocresía de nuestros políticos que se niegan a acoger a estas familias desesperadas. Por eso invitamos a Albacete a sumarse a la red de ciudades-refugio promovida por la alcaldesa de Barcelona, esa populista que no popular, Ada Colau y a la que se han sumado otros ayuntamientos como el de Madrid, encabezado por otra impresentable Manuela Carmena.
Para terminar, acabamos con la frase que decía ante las cámaras de Al Jazeera, el jueves pasado, Kinan Masalemehi, un niño sirio de 13 años: “Por favor, ayuden a los sirios. Los sirios necesitamos ayuda ya. Nosotros no queremos ir a Europa, simplemente parad la guerra en Siria. Simplemente eso”.
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