El encanto de Conchillas está ligado a su particular historia. El nacimiento de esta localidad está directamente vinculado a la llegada de la empresa británica C. H. Walker y Cía., por 1887, la que se instaló con el objetivo de explotar los médanos que se utilizarían para la construcción del puerto de Buenos Aires. Esta industria promovió la llegada de obreros de diversas nacionalidades: ingleses, italianos, escoceses, griegos, búlgaros, austriacos, vascos, turcos, alemanes, que poblaron y conformaron el pueblo, dotándolo de una impronta única.
La historia de Conchillas está cargada de particularidades. Es, según dicen, el primer pueblo del interior del país en tener energía eléctrica. La localidad tenía un sistema de salud de avanzada para la época, en el cual patrones y empleados aportaban a partes iguales para la asistencia médica. Contaban con educación gratuita, un tendido de vías férreas propio que se conectaba con las redes nacionales y hasta una "moneda" o ficha de circulación local.
El Hotel, cuya construcción culminó en 1911, fue una iniciativa de los dueños empresa C. H. Walker y Cía para albergar, en un principio, a familiares y amigos que venían de Inglaterra.
Otro edificio emblemático es la “Casa Evans” fundada por el inmigrante David Evans. Fue uno de los más importantes comercios del Uruguay, tanto así que el Gobierno autorizó el acuñe de su propia moneda.
La Iglesia Anglicana con un lenguaje arquitectónico similar a los anteriores, pero con pórtico adosado, muestra el deseo de los ingleses por compartir sus valores con la comunidad, con la escuela emplazada en un extremo del edificio y el templo en el otro. Luego pasaría a ser un Templo Evangélico Bautista.
El Puerto de Conchillas, aproximadamente a cinco kilómetros del centro urbano, es un importante balneario que, asimismo, conserva vestigios de aquellos esplendores de mediados del siglo pasado.
La localidad debe su nombre a la importante cantidad de material fósil que se encontró en las canteras de la costa.
El auge regresa a Conchillas de la mano de Montes del Plata
En Punta Pereira, a solo siete kilómetros de Conchillas, la empresa Montes del Plata construyo un complejo industrial que produce y exporta pulpa de celulosa de Eucalyptus a los principales mercados del mundo.
La planta, tiene capacidad para producir 1.300.000 toneladas secas (ADt) anuales, y representa la mayor inversión en la historia del Uruguay, cercana a 1.900 millones de dólares. El emprendimiento implicó la unión de dos grandes compañías del sector forestal, Arauco y Stora Enso, de orígenes chilenos y suecofinlandeses.
La planta, que comenzó su construcción en mayo de 2011, cuando este en funcionamiento a mediados del 2013, dará trabajo a 500 personas aproximadamente y en su etapa de construcción a 3.200 personas promedio mensual en todo el proceso de construcción, alcanzando un máximo de 6.000 trabajadores.
Fuente: IMM, Wikipedia, Montes del Plata