La brisa que sopla por la mañana, transmite lo que Dios quiere para sus hijos, lo contrario hacen estos toda la semana, sin entender la paz que el Altísimo les predijo.
El hombre en su ignorancia, piensa que es trabajador cuando lo que refleja es vagancia. En su mundo el es él mas perfecto, juzga a los demás criticando sus defectos. Sin comprender que sus pasos no son los correctos, hablan sin razón se justifican sin argumentos.
Pero la realidad de esta sociedad, es que quieren vender hipocresía por humildad. El apetito del ser humano es voraz, hablan que no quieren guerra pero les gusta alterar la paz. No les gusta que los traten con violencia, pero como se entretienen viendo vídeos donde se promueve la delincuencia.
Nos comportamos peor que los animales, los animales son violentos para su defensa, los humanos para subirlos a las redes sociales. Nos gusta los que mas nos daña, convirtiéndonos en imanes de las malas mañas. No se valora la vida hasta que alguien cercano muere, se quiere lo no se necesita y se necesita lo que no se quiere.