Comenzamos el año con un nombre común en los blogs de ciencia y tecnología: Ángela Bernardo. Tras licenciarse en Biotecnología y realizar un Máster en Industria farmacéutica y biotecnológica, Ángela decidió especializarse en comunicación científica. Si te mueves en el mundo de la divulgación online, su nombre te resultará familiar. En #conCIENCIAdos, te la presentamos un poco más a fondo:
1) ¿Cuál es tu título de trabajo? ¿Dónde trabajas?
Trabajo como periodista especializada en ciencia y community manager de diversas entidades y proyectos relacionados con la I+D+i.Trabajo como freelance, por lo que tengo la suerte de colaborar y aportar mi granito de arena en diversos proyectos. Actualmente soy colaboradora en Hipertextual, el blog Think Big de Telefónica, ileon.com y coordino las redes sociales de la Asociación Española de Bioempresas (ASEBIO), una de las entidades promotoras del Año de la Biotecnología en España.
2) ¿Es tu primer trabajo? ¿Has trabajado en otros sitios antes? ¿Eran parecidos?
No es mi primer trabajo. Empecé como becaria en diversos laboratorios de investigación, y tuve la oportunidad de trabajar en la Universidad de Cambridge. Mientras hacía experimentos, tuve la suerte de combinar mi pasión por la ciencia con otra de mis grandes vocaciones: escribir. Así empecé a colaborar en Diario de León o en la Revista E-Innova de la Universidad Complutense de Madrid. Después trabajé en varias compañías biotecnológicas, como Trial Form Support o Harlan Laboratories, hasta que me picó de manera definitiva el gusanillo del periodismo y la comunicación científica.
3) Cuéntanos cómo es un día “normal” en tu trabajo.
Trabajar como freelance supone gestionar tu ritmo y horarios, lo que te da más libertad ya que te conviertes en tu propia jefa. Sin embargo, hay que mantener el orden y autoexigirte mucho más que en cualquier otro trabajo. Un día normal supone estar al día de las noticias, cubrir aquellos eventos y sucesos destacados en investigación y monitorizar lo que ocurre en redes sociales. Mi trabajo consiste en estar despierto para saber qué ocurre y tratar de contar y divulgar la investigación en la medida de lo posible, y de la forma más amena y entendible.
4) ¿Cuál es tu parte favorita del día? ¿Y la que menos te gusta?
Trabajar en el ámbito del periodismo y la comunicación me permite no sólo escribir, sino también dedicar mucho tiempo a otra de mis grandes aficiones: leer. Puedo mantenerme al día de lo que sucede en ciencia, ver cómo van cambiando las investigaciones y poder contar las novedades y artículos que se van publicando. La que menos me gusta es tratar de mantener a raya la bandeja de correo electrónico, pero creo que es una tarea fastidiosa para el 90% de la población.
5) ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Poder mantenerme actualizada y contar la ciencia “desde el otro lado”. Creo que es fundamental sacar la investigación de los laboratorios, alejarla de las torres de marfil y explicarle a la sociedad por qué es tan importante tu investigación. Formar parte de esa cadena, que conecta I+D con la gente, y está formada de eslabones que van desde la mesa de laboratorio, a las oficinas de transferencia de tecnología o los medios de comunicación, es algo realmente bonito y toda una responsabilidad.
6) ¿Y lo que menos?
Trabajar como freelance te exige ser muy ordenado, y a menudo resulta muy difícil desconectar y mantener unos horarios. Esa parte tal vez sea la más complicada de asumir.
7) Si tuvieras un trabajo diferente, ¿cuál sería?
Me encantaba la investigación, y creo que de no haberme dedicado al periodismo científico, me hubiera encantado trabajar en microbiología, experimentar los trucos moleculares que tienen las bacterias para hacerse resistentes a los antibióticos, explorar el quórum sensing (las bacterias producen diferentes tipos de genes en función de su densidad de población), o aprovechar su extraordinaria maquinaria biológica para conseguir aplicaciones biotecnológicas.
8) Rebobinemos hasta cuando tenías 16 años, ¿te imaginabas trabajando en algo así?
Creo que es fundamental saber adaptarse y aprovechar todas las oportunidades que nos van surgiendo, para aprender tanto de los buenos como de los malos momentos. Respondiendo a tu pregunta: con 16 años jamás imaginé que me dedicaría al periodismo, porque me encantaban muchas carreras: derecho, biología, medicina, políticas, economía, comunicación. Estudié biotecnología porque me apasionaba la ciencia, y me sigue encantando tanto que tengo la oportunidad de leer y escribir sobre ello a diario. Tratar de transmitir lo que te encanta y te hace feliz creo que debe ser el reto que nos pongamos con 16, 25 o 90 años.
9) ¿Cuál era el trabajo de tus sueños cuando eras una niña? ¿Por qué?
Recuerdo perfectamente cuando me regalaron un libro sobre Marie Curie y mi primer microscopio de juguete. Me encantaba leer y escribir, y al final te das cuenta que Steve Jobs tenía razón cuando hablaba de que en el futuro “sabríamos unir los puntos que trazamos en el pasado”. Ahora sé que aquella curiosidad de la infancia tenía sentido, y mi afición por leer todos los periódicos que pudiera tenía también un motivo. Tengo la suerte de poder unir a diario los puntos de mi infancia y adolescencia, y creo que no hay mejor forma de levantarse a diario que pensar en trabajar en lo que te apasiona.
10) ¿Qué crees que estarás haciendo dentro de 10 años?
Al igual que con 16 años no sabía qué estaría haciendo una década después, tampoco me atrevo a pronosticar el futuro. Sé que trataré de aprovechar las oportunidades que vayan surgiendo, y aprendiendo tanto de los buenos como de los malos ratos. Una persona que estudie una carrera de ciencias creo que debe mantener siempre la curiosidad y el interés, y aprovechar esas dos características en su trabajo y en su vida. En el fondo un científico no se diferencia tanto de un periodista: ambos quieren buscar sus por qués y ahondar en la realidad no dejando de hacerse preguntas.
En la serie #conCIENCIAdos derribamos los mitos de las carreras científico tecnológicas para conocer a científicos que investigan la cura a graves enfermedades en los mejores laboratorios del mundo, farmacéuticas que hacen malabares con el marketing y la investigación, biólogos domadores de tomates, físicas que se codean con estrellas del cine y la televisión… y personas que han llegado al mundo científico un poco por casualidad!