Toda fiesta de cumpleaños que se precie ha de contar con invitados, y Aviador Dro supieron acompañarse de una selecta reserva de amigos. Nada más y nada menos que Julián Hernández de Siniestro Total se subió a las tablas para co-interpretar, en una curiosa versión, “Brigada de demolición”; canción harto oportuna dada la confluencia de espíritus punk que había en el escenario.
Otro momento que es necesario destacar es cuando se unió “un aviador en la reserva”, como le denominó Biovac”, para interpretar “Radiante”. Nos referimos a Nexus, al que pudimos ver en la percusión electrónica siendo éste un momento casi nostálgico, pues Nexus formó parte de la banda unos años.
El interludio de los bises no duró demasiado y pronto tuvimos a los aviadores sobre el escenario. Sin embargo Biovac ya nos avisó de que se les echaba el tiempo encima y que iban a ser breves. Solo hubo una canción extra pero dejó el concierto por todo lo alto. La apabullante, gritona y épica “El Retorno de Godzilla” nos soliviantó gozosamente a todos mientras gritábamos a pleno pulmón. No faltó ni siquiera el mismísimo Godzilla, que se paseó por el escenario para deleite de todos nosotros. Aviador Dro se encuentran en plena forma. En lo musical han conseguido adaptar sus clásicos a las usanzas actuales sin perder ni un átomo de fuerza. La estilística además fue variada, desde el techno puro hasta momentos cercanos al EBM o la música industrial. Lo más llamativo sobre el escenario fue la entrega de Biovac como maestro de ceremonias y los inenarrables bailes de CTA 102. Hubo detrás del grupo una pantalla donde se pudieron ver vídeos musicales, actuaciones añejas e imágenes preparadas para la música. Además Aviador Dro siempre añaden alguna simpática performance en forma, sobre todo, de lanzamiento de pasquines o de blandir de banderas con simbología del grupo. Tampoco faltó Metalina 2 (toda una clásica) manejándose con probetas y potingues que generosamente distribuía entre el público adyacente al escenario.
CRÓNICA POR VÍCTOR PRATS:
Con recuerdo al también 40º aniversario de “Alien, El 8ª Pasajero”, también cayó “El intruso”, a la que quizás le faltaron sus vocoders con esos repetitivos “alerta” de la versión de estudio que tan curiosos quedan.
Comentando algo del espectáculo al margen de la música, en la pantalla de fondo estuvieron muy bien las proyecciones del grupo interpretando las canciones en vídeos antiguos de actuaciones en tv. No era preciso un despliegue mayor para causar el efecto deseado en una noche y fecha tan señalada. La sala estaba a reventar y la gente estuvo muy intensamente metida en el concierto de principio a fin. La comunión entre entrega de banda y público fue perfecta.
Al terminar nos tomamos algo en una terraza al lado del local y Servando al rato también salió y se quedó en el mismo sitio, pero unas mesas más abajo que la nuestra. Salimos satisfechos de lo visto y ciertamente el concierto me ayudó a llevar mejor las penas del duro momento, así que, gracias Obreros, ha sido un placer asistir a vuestra fiesta.