CRÓNICA (por Víctor Prats).
Después del trance e hipnotismo en el que Austra imbuyeron al público que abarrotaba el Teatro Barceló (creo que quedaban entradas en puerta, pero pocas serían) con “I’m a monster”, era hora de cambiar de disco y recuperar “Forgive me” de “Olympia” en un formato más íntimo con Katie sola ante el peligro a los teclados (el resto del grupo inactivo y con la cabeza bajada mirando al suelo, e incluso con Dorian y Ryan sentados en la tarima del escenario). Quedó muy bien este formato a este hit de Austra, aguantando mejor esta vestimenta que otros temas de Depeche Mode cuando los de Basildon se atreven en directo.
En ese bloque antes del bis hubo variedad, ya que se localizaron ejemplos dispares como la bonita y delicada “I love you more than you love yourself”, single de relumbrón del actual “Future Politics”, los gorgoritos líricos deliciosos de “Lose it” o la marcial “The villain”. Sin embargo, el tótem lo supuso la canción más gótica y oscura del repertorio de Austra, la que de alguna forma ofrece el título a su primer disco: “Beat and the pulse”. La sala completa se dejó llevar por el malditismo y la intensidad de este temazo y quizás supuso el momento más relevante del show. No obstante, en el otro sector y distinto sentido, la fiesta que supuso la ya comentada “Home” también fue muy destacable. Aquí insertamos el video que Mariano González grabó desde su posición de “I love you more than you love yourself”, bien de sonido y bien de nitidez (su cámara da bastante buen resultado).
Faltaban los bises para completar la hora y 15 minutos exactos de show. Y Austra dispusieron un set muy “olímpico” para las propinas; no obstante, lo primero de todo fue reabrir el show con el trallazo que es “Habitat”, ese tema obsesivo que tuvo el honor de dar lugar a un EP y que se creó en los días de “Feel It Break”. Luego vendrían los citados componentes del segundo disco de estudio “Olympia”. Primero fue “Painful like”, que cumplió sobradamente, pero que quedó por debajo de la intensidad oscurantista y épica de “Hurt me now”, que nos supuso los últimos compase de música bien ejecutada y voces de alta exigencia a cargo de Katie Stelmanis que nos tuvieron embobados durante cada minuto que le daba al micro. Aquí debajo les dejamos una foto que sacamos del setlist que se llevó una fan; solamente eché de menos “Spellwork” de las que cabrían esperar y “Darken her horse” o “Identity” de las más difíciles.