Saludos telúricos. Antes de empezar, deciros que dudé un poco al decidir si iba a asistir al concierto de la conocida islandesa, el precio no era precisamente barato y tenía mis reservas sobre si lo disfrutaría o no. Sin embargo, el hecho de que la cantante no suela prodigarse por estas latitudes y que su último trabajo, Vulnicura, me resultara más o menos interesante hizo que me lanzase.
Pasados unos minutos de las 21h, y con la plaza del Poble Espanyol sin estar en los topes, Björk apareció encima del escenario vestida con un kimono pasado de tallas y con una especie de antifaz que viene siendo habitual en su última gira. Arrancó el recital con la pieza que abre Vulnicura, Stonemilker, y lo primero que pude advertir es que su voz en directo era igual o incluso mejor que en el disco. Acompañada de un grupo de violinistas y chelistas, el tema sonó impecable mezclado con los elementos electrónicos de Arca, su también productor.
Tras esta primera parte dedicada exclusivamente a su disco más reciente, comenzaron a caer temas de otros trabajos como era de esperar. El primero de ellos fue Come to Me, de su ya clásico Debut. Continuó con Pleasure Is All Mine, una de mis canciones favoritas de Medúlla y que interpretó de forma magistral. I See Who You Are fue la siguiente, con un sonido un tanto diferente al del LP Volta, donde tiene ese aire tan exótico. Debido al toque distinto de algunas canciones respecto a como suenan en estudio tuve un momento de despiste.
Fui incapaz de distinguir sus dos siguientes
temas: Harm of Will, incluído enVespertine, y All Neon Like, perteneciente a Homogenic. Debo reconocer que tampoco controlo al dedillo todo el repertorio de la ex cantante de los Sugarcubes, así que no era de extrañar que pudiera sucederme algo así. Tras este paréntesis interpretando piezas más antiguas, volvió a Vulnicura con la rítmica Quicksand (que superó mis expectativas en directo) y con Mouth Mantra, que si bien en disco me resulta algo cargante, en vivo resultó mucho más intensa y disfrutable (también ayudaron las llamas y fuegos artificiales que se volvieron a activar llevando al público, y a la misma Björk, a la catársis).Seguramente la única pega del concierto fue que no sonara ningún hit más o menos evidente. Según había visto, en sus anteriores setlists habían caído cosas como Army of Me, Hyperballad o Hunter. Sin embargo, en Barcelona la protagonista de Dancer in The Dark no sólo quiso poner a prueba a su público, sinó que también demostró que se puede dejar un buen sabor de boca sin recurrir al recurso fácil. No obstante, no hubiese estado mal otro tema más en el bis, eso está claro. La próxima vez que vengas, querida, acuérdate de hacerlo. Y si vuelves a decir "¡¡qué pasaaa!!" ya nos daremos por satisfechos.