Mal día se presentaba para tener que aguantar una cola a la intemperie. Una jornada que desde la madrugada se había presentada lluviosa, no me hizo pensar en una sesión de espera placentera y seca en las puertas de la sala; sin embargo, tras salir del metro de Puerta del Ángel, y con un periódico que encontré dispuesto sobre la cabeza a modo de resguardo, descubro que no llueve. Daría igual, ya que sobre las 18.30 empezó a caer una chupa de agua tremenda, que de no ser porque una chica de la cola tenía un paraguas de sobra y nos lo prestó a los 3 amiguetes tan poco previsores que nos juntamos, hubiera degenerado en una pulmonía de 3er. grado en el día de hoy.
Tras haber llegado a la cola a las 17.30h, conseguimos situarnos en 7ª fila justo en la vertical trazada desde el poste del micro desde donde partirían los habituales movimientos de Brandon sobre las tablas. La espera hasta que a las 22h saltase Brandon Flowers al escenario, se hizo mucho más corta que la de una hora y cuarto de Supertramp, básicamente por estar acompañado de buenos amigos y por otro lado porque también hubo sitio para unos teloneros nuevamente interesantes. Son varios los ejemplos de teloneros que me han sorprendido gratamente a lo largo de mi vida conciertera; no ha mucho tiempo fueron The Monomes en el concierto de Hombres G de Alcalá de Henares de finales de agosto y también recuerdo con mucho cariño a How I Became The Bomb, como teloneros de Editors en noviembre de 2007 en Joy Eslava en el Wintercase de aquel año, por citar algunos ejemplos.