El pasado 31 de octubre tres de los autores de este blog, Iffish91, Danycar y yo, asistimos al concierto que el contratenor francés Philippe Jaroussky dio en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. La verdad es que fue una experiencia única poder ver en directo a semejante artista acompañado de la Orquesta Barroca de Venecia.
En esta entrada pretendo transmitirte las sensaciones del concierto a través de la crítica que ha escrito un amigo que también asistió al evento y que sabe mucho acerca del tema.
Diego Peláez es un estudiante de 25 años de Historia y Ciencias de la Música de la Universidad Autónoma de Madrid. Como gran apasionado de la música, tiene dotes de músico con talento y buen oído. Fue gracias a él que tuvimos constancia de este concierto y le estamos agradecidos por ello. Sin más dilación, te dejo su crítica para que la leas:
Bye Bye Protocolo
A pesar de que hoy en día es imposible conocer a ciencia cierta cómo era la voz de Farinelli, el más grande de los castratos, el pasado jueves el "castrato dei castrati" pareció renacer y haber vuelto del Hades para ofrecer un concierto por medio de la voz de uno de los mejores contratenores del momento. Con una rigurosa y detallada selección de arias, el francés Philippe Jaroussky rememoró la figura de Farinelli y la llevó a lo más alto, emocionando a un auditorio abarrotado de un público solemne y entregado.
Pero la figura de Farinelli no fue la única que reapareció en el auditorio, si no también la de su maestro, el compositor Nicolo Porpora, pues lideraba un programa estructurado en torno a la relación entre maestro y alumno, en el que sus obras de estilo napolitano y cargadas de virtuosismo aparecían por mayoría absoluta. Pero Porpora no es el único compositor que aparece en el programa, pues se completa con el más famoso de los concerti grossi del compositor transalpino Francesco Geminiani, basado en esta ocasión en el op. 5 nº 12 de A. Corelli. Además, aparecieron varias piezas instrumentales sacadas de obras operísticas de Leonardo Leo, también representante de la escuela napolitana, así como Giuseppe Sarti.
El contratenor ha sabido rodearse de los mejores intérpretes. Lejos de escoger a una orquesta mediocre con la cual poder lucir su voz, la Orquesta Barroca de Venecia estuvo pletórica, con unos músicos muy seguros de sí mismos que llenaron de fuerza la interpretación. Abrieron el concierto con la obertura de Il Germanico, de Porpora, para posteriormente dar paso al primer aria en la cual entraría el contratenor. Su director, Andrea Marcon, realizó una dirección magistral al clave, con gran soltura y simpatía. Si durante todo el concierto supieron mantener el tipo, fue en 'La Folia' de Geminiani donde la orquesta se coronó, ofreciendo una perfección que sólo se ve en las grandes agrupaciones. A destacar el uso de instrumentación antigua dotando a las obras de un mayor realismo interpretativo.
Jaroussky brilló con luz propia. Si en la primera parte del concierto supo encontrar su sitio, en la segundo consiguió emocionar al público. El virtuosismo en su voz se pudo apreciar con una depuradísima técnica vocal en las florituras y ornamentaciones, una afinación perfecta y una voz melódica, cantando como sólo él sabe cantar. Su gran carisma y su agradecimiento hacia el espectador hizo que se saltara el protocolo al inicio de la segunda parte, dejando a la orquesta comenzar en solitario y empezando a cantar en un extremo del escenario, recorriendo sin prisa cada rincón, mirando a cada butaca y haciendo llegar su voz a todo el público, sin hacer distinciones entre banco de coro, tribuna, anfiteatro o patio de butacas. En pocas palabras, Jaroussky cantó por todos y para todos. Con varios detalles más a los que el francés ya nos tiene acostumbrados, consiguió que el concierto fuera divertido y ameno.
Para culminar, dos bises que se encontraban fuera del programa cerraron un concierto de dos horas y media con el auditorio en pie, sin dejar de aplaudir y sin reparo en realizar una gran ovación llena de "bravos", sonrisas y palmas, conscientes de haber vivido una noche memorable e irrepetible.
En caso de que no hayas oído hablar de Philippe Jaroussky o no conozcas mucho de su trayectoria musical, he decidido dejarte una muestra de cómo canta y de lo que es capaz de transmitir con su voz.
Gracias a Diego por permitirme publicar su crítica tan rica en detalles y le animo a que confíe en nosotros en un futuro para compartir más escritos suyos con nuestros lectores.
Un saludo y hasta la siguiente entrada ;).