En fin, pensé: pues será que los excesos le han pasado factura y ya no es el que era. Y la cosa seguía así, ya que aunque el arranque de concierto en lo que a setlist se refiere fue una tremenda pasada: encadenaron luego la versión de “Family man” de Mike Oldfield (de la que estuvimos de acuerdo en la previa tanto Óscar y yo, que es quizás el único caso en el que la versión nos gusta más que la original -les inserto un cachito aquí debajo-), la anhelada “Out of touch” y “Method of modern love”, que Óscar esperaba con tremendas ansias y no tenía pensado que fuera tan de la partida. Todas las piezas con un Daryl machacado y sonando impecables instrumentalmente y en los coros de John Oates y también de Charlie de Chant, pero marcadas por la imprecisión de la voz principal.
Sería cuando Daryl se puso al piano de cola para hacer en primer lugar “Sarah smile” cuando el mismo nos explicó lo que sucedía. Por lo visto los calores extremos de estos días en Madrid y el hecho de que él no tenga aire acondicionado en su casa de Londres, se juntaron de mala forma para que el propio Daryl en su estancia de estos días en Madrid se pusiera frente a un ventilador y la voz se le fuera al garete por una afonía lógica y derivada de ese descuido. Pidió disculpas y nos afirmó que lo estaba intentando y lo intentaría en lo que quedaba de concierto el cantar lo mejor posible. Se agradecen las explicaciones y cierto es que en el tramo final la cosa mejoró ligeramente (sería que Daryl se iría encontrando mínimamente), pero en definitiva esto fue una putada bien gorda, ya que son tantos años esperando ver al dúo en directo y que se diera esta triste circunstancia de tener muy mermado a Daryl, no deja de ser un fastidio y una lamentable casualidad. A continuación el video de una de mis favoritas de la banda, ya citada 2 párrafos arriba: “Out of touch”.
Comentado lo de Daryl, hablemos de John Oates. John sí que estuvo perfecto. Irreprochable. Excelente en las guitarras eléctricas, en sus poses típicas, en sus apoyos vocales y en su aspecto físico (parece que tiene 20 años menos). Además, no iba afeitado, que dirán ustedes que esto quizás sea una chorrada, pero a mí ver a los artistas con un look distinto al que les conozco, me hace sentir como si viera a un extraño, y aunque el negro de su bigotón ya no es tan azabache, sí que nos permitió ver a un John como debe ser. Le tuvimos prácticamente delante y lo gozamos con su presencia y su proceder. Aquí debajo un primer plano de quien fue uno de los principales atractivos del concierto.
Y es que en los últimos compases y en los bises, aparecieron por ahí “Private eyes” (video arriba del párrafo), “I can’t go for that (no can do)” (vídeo debajo del parrafo) o “You make my dreams”. Para entonces Daryl estaba algo menos mal, pero todavía insuficiente y muy lejos del tremendo cantante que hemos conocido siempre. No hubo espacio para las grandes sorpresas y para mí, en lo que a listado de temas se refiere, la cosa hubiera sido perfecta si se hubiera incluido “Adult education”, que sin duda fue personalmente la gran ausente del repertorio.
En fin, sensaciones encontradas tras este esperado concierto. Bien porque vi al grupo sobre el escenario. Muy bien por ver a John Oates y a Charlie De Chant espectaculares y sobresalientes. Muy mejorable por el triste estado de la voz de Daryl Hall. Una tremenda pena el deslucimiento vocal. En las redes sociales incluso había gente que pedía la devolución del importe de las entradas. Miren, yo no pediría tanto, pero sí que llegaría a un acuerdo con el grupo para que tocasen en Madrid en menos de un año en una sala, a precio más módico (pongamos mitad de lo que costó la pasada noche, unos 25 euros) y con Daryl ya recuperado. Para mí sería suficiente.