De hecho, con el concierto que viví este pasado sábado en las fiestas de Alcalá de Henares, sede de la radio donde uno hace sus pinitos y flanes por las tardes (nuevo homenaje al gran Tino Casal en estas palabras), ya sumo 3 veces que me he pasado a ver a esta banda de gran éxito. La 1ª vez recuerdo que fue en un concierto exclusivo en la sala Joy Eslava un jueves por la noche en octubre de 2005. Gracias a unas invitaciones, conseguimos acceder al recinto sin pagar un solo duro, y realmente salí encantando de aquel concierto, pues estos chicos no escatiman en sus shows y ponen toda la carne en el asador, traducido en que en el set list no se olvidan ninguno de sus pelotazos en forma de canción.
Una experiencia distinta, respecto a aquella primera vez en la que el ambiente, a pesar de ser desaforado y muy fanático, era más íntimo y reducido, fue la que tuve ocasión de ver en mi municipio Torrejón de Ardoz, en las fiestas populares de junio de 2008. Con el recinto ferial abarrotado, los Hombres G se postularon como el grupo estrella de las fiestas, que suele ser el que se lleva la actuación del martes por la noche, como cierre perfecto o colofón a los 5 días de fiestas. Recuerdo acudir solito a aquel concierto, y no me maté por disponerme en las primeras filas, sino que lo vería a unos razonables metros de distancia del escenario. El espectáculo fue bastante parecido, salvo el añadido de algún tema del disco “10”, respecto al directo del grupo que viví en la sala Joy Eslava un tiempo atrás.
Un amiguete, según se enteró del cartel de las fiestas de Alcalá de Henares, llevaba dándome la barrila desde comienzos del verano para acudir a ver el concierto de la banda programado para el sábado 28 de agosto a las 22.30h en la huerta del Palacio Arzobispal. Y, entre que el concierto era gratuito (años atrás cuando vinieron a Alcalá con motivo de la gira de “Peligrosamente Juntos”, el concierto fue de pago, al que por cierto acudió mi amigo instigador de la idea de asistir el pasado sábado) y era un sábado, estando todavía de vacaciones, me animé a asistir junto a otro amigo que se sumó a la expedición completando el trío.
La experiencia podría ser parecida a la de hace 2 años en Torrejón de Ardoz, de no ser porque llegamos justo cuando abrían las puertas del reciento y conseguimos disponernos en 2ª fila, justo delante de la zona dominada habitualmente por el gran Dani Mezquita y sus guitarras. De esta forma, la intensidad vivida durante el show fue muy superior a la que experimenté hace 2 años, ya que aquel día ni quise adentrarme en las primeras filas, ni hubo opción para ello. Como siempre, desde aquí hasta el final del artículo, entre párrafo y párrafo, les iré intercalando las mejores fotos que saqué durante el concierto; decirles nuevamente que las valoren en su justa medida, pues por algún error estúpido informático de la tarjeta de memoria, muchas fotos no salieron (ya llega el problema del velado, en este caso informático, a las cámaras digitales), pero por fortuna sí que se salvaron unas cuantas.