En el primer sector del concierto, con mucho acierto, se intercaló entre las novedades la ya clásica “Sincronía, Pegaso”. Javiera estuvo genial en ese sostenido de “Pegaso” que hay entre el tramo final, provocando la ovación de la sala. Si sigo hablándoles de “Otra Era”, estuvo muy representado por sus otros 2 estandartes, la propia canción título (una canción que jamás se podrá quemar y que emociona en cada escucha o vez que la vives en un concierto) y “Espada”.
Claro, Javiera va teniendo cada vez más fondo de armario y sus conciertos no son de “metraje Springsteen”, con lo que se van echando cosas de menos. En lo personal, eché en falta que “Sufrir”, sin duda una de las canciones más celebradas del disco “Mena”, por 3ª vez no fuera de la elección de la noche cuando yo he acudido al ritual. Sí que por el contrario fue agradable escuchar una toma actualizada de “Primera estrella”, con lo que de alguna forma podemos decir que una por la otra.