Otra de mis favoritas del último disco es “Rimas y leyendas”, vivaz, animosa y generosa en referencias históricas. Cómo no disfrutarla. Para mí personalmente que tocaran “Canción de cuna” fue una sorpresa. Y no mala. Desde luego para un evento gótico es una de las canciones más apropiadas de La Broma Negra. Esta narración larga, oscura y fascinante sonó más férrea que en disco. Un momento muy peculiar.
Podemos decir que esta nueva fase de La Broma Negra pasó su primer examen con nota. La nueva sonoridad puede aportar matices interesantes y buenas ideas para plasmar. Carlos Caballero estuvo, como de costumbre, estupendo en su papel de maestro de ceremonias. Personalmente le noté cada vez más metido con el transcurrir del concierto hasta acabar notablemente pletórico. Javier, Raúl y César van aportando peculiaridades, y nos darán casi seguro buenos momentos de rock. Salvo algún acople y que la guitarra daba la impresión de que se comía la voz de Carlos en los dos últimos temas, la cosa sonó bien. Y la actitud fue enérgica y entregada.
Texto, fotografías y vídeos: Mariano González.