Y salieron a escena las grandes protagonistas de la noche, las hermanas de Atlanta, Georgia Rebecca y Megan Lovell, que están de gira mundial presentando su último disco editado en enero, ese buen álbum que es Bloom. Aunque su base de operaciones la tienen en Nashville, Tennessee, cosa que ellas mismas dijeron en el concierto, practican un rock sureño con potentes riffs de guitarra combinado con slide guitar, Rebecca canta con un tremendo vozarrón que a veces tiene toques blueseros (una moderna Janis Joplin) y otros souleros (con tintes de la gran Aretha Franklin), pero además con su fender stratocaster despacha unos solos de guitarra de caerse de espaldas, mientras que en la parte acústica toca guitarra acústica. Por su parte su hermana Megan le hace coros muy buenos, toca lapsteel y en la parte acústica la guitarra dobro. Grandes influencias de Allman Brothers, pero también hay un componente por ahí en su música de Led Zeppelin cuando se ponen cañeras (al parecer los escucharon mucho de pequeñas). Por si fuera poco se acompañan de dos excelentes músicos como Brent "Tarka" Layman al bajo y contrabajo y Ben Satterlee a la batería (un auténtico fiera), además de un teclista de apoyo que también tocaba guitarra en la parte acústica. Muchas de sus canciones están ambientadas en veranos secos y polvorientos, historias oscuras sobre ríos de caudal profundo en los que se hacen desaparecer fardos, armas, secretos, etc., además de estar influenciadas por la literatura gótica norteamericana, incluso son parientes lejanas de Edgar Allan Poe (su tatarabuelo era primo del escritor).Era mi segunda vez con ella, y confirmaron con rotundidad lo que vi hace dos años, un despliegue fantástico, una parte central en acústico deliciosa, y una banda que suena realmente brutal.
En cuanto al tracklist repasaron este último disco Bloom del que escuchamos los temas Nowhere fast (que abrió el show), Mockingbird, Easy love, Part. 1, Bluephoria, If God is a woman, Little bit en la parte acústica, Pearls y Bloom again como el bis del final. De su anterior y magnífico Blood harmony disfrutamos de Deep stays down, Bad Spell (atronador), Southern comfort (en el set acústico), Bolt cutters & The family name o Summertime sunset. De temas más antiguos del disco Peach tocaron la versión del Wanted woman-AC/DC, Mad as a hatter y Devil music en el set acústico. Sonido extraordinario, una banda engrasada al ciento por ciento y con músicos versátiles, una maravilla.
Concierto extraordinario, regenerador y muy vitalista de una formación que sigue a un nivel realmente bestial y que no dejan a nadie indiferente. Allí estuve y por eso lo puedo contar.Os dejo con dos momentos de ayer, primero el Summertime sunset.
Y luego del set acústico el Little bit, delicioso.