Este concierto era la forma perfecta de cerrar un círculo, ya que nunca había podido disfrutar en directo de Oasis, pero había visto a Noel Gallagher y su banda hace unos años en el FIB. Me quité la espinita, y de que manera...
Llegamos Northern Sky y servidor cuando The Sherlocks, que actuaban como teloneros, estaban dando por finalizada su actuación, así que era el momento perfecto para dar rienda suelta en la parada del merchandising. Y después la lucha salvaje por encontrar asiento en los balconcitos...
Con una Razzmatazz petada hasta decir basta, el público, británico en su mayoría por lo que parecía, Liam Gallagher lo tenía todo de cara para liarla pardísima, y claro, así lo hizo. Lleva el rock en la sangre y se sabe una estrella, así que ejerce de ello con todas sus armas y con toneladas de actitud.
Y es que arrancar un concierto con Rock'n'Roll Star y Morning Glory, además de un balazo de nostalgía, es una descarga de adrenalina para los fans más ávidos. Tras estas, las canciones más redondas de su magnífico As You Were como For What It’s Worth, You Better Run, Bold, Wall Of Glass, o Come Back To Me, fueron cayendo sin desentonar con los clásicos de la banda mancuniana.
Podrán decir de Liam que es un chulo, que es un puto hooligan, que no canta como mandan los cánones, o incluso que el talento lo tenía su hermano, pero el hombre a unas maracas pegado es capaz con su brutal carisma de llenar él solito el escenario y dejar durante lo que dura toda su actuación satisfechas a más de 2000 personas, que no es moco de pavo. Y además, quiero pensar que llevaba el chubasquero amarillo por estar en Barcelona, y sus comentarios respecto a la falta de libertad de expresión en nuestro país no hacen más que subrayarlo. Esto, y que nuestro protagonista no se calla una...