Solamente eché mucho en falta, dentro de la lógica de repertorio (no me voy a poner aquí a solicitar cosas raras como “Hey Max” o “Senza di te”) a ese clásico que es “Duende”. Por lo demás, no faltaron las impagables “Amante bandido” (incluida en los bises) y “Sevilla”, que sonó elegante, con notables paradas y arrancadas en su ritmo, mediada la actuación. Aquí les dejamos insertada “Sevilla”.
De ese disco bisagra de Bosé de 1984 “Bandido”, sonó “Horizonte de las estrellas”, en versión muy disco, moderna y readaptada; yo, personalmente, he de decir que aquí sí que me gustó la toma de este tema no tan evidente de escuchar en una actuación de Bosé y que ya sabía de antemano que era una de las novedades a modo de recuperación que Miguel había incluido en el presente “Amo Tour”. Grabamos “Amante bandido”, pero momentáneamente se nos quedó la cámara sin batería, por ese motivo el siguiente video que les incluimos en el post está cortado al final y es obligadamente un abrupto fragmente o, como a mí me gustan nombrarlos en Youtube, “excerpt”.
Prosigamos con el escrutinio. Aparte de jalonar temas de “Amo”, Bosé supo elaborar un set list plagado de hits. No faltaron los temas troncales de “Bajo El Signo De Caín”. Y no se llevaron mucha distancia dentro de las 2 horas de duración “Si tú no vuelves” y “Nada particular”. Miren, ahora caigo, a la hora de repasar los temas que sonaron por álbumes de Bosé, que no cayó nada de “Laberinto”, disco de 1995 que me gusta mucho y donde se encuentra “Este mundo va”, que sin duda es otra de mis canciones favoritas de Miguel de siempre. Una pena.
“Bambú” mantiene el tipo de ese “Los Chicos No Lloran” y sus galones están intactos al situarse en el sector final de la actuación. Las curiosidades del listado fueron “El hijo del Capitán Trueno”, que narra en metáfora la controvertida relación personal que Miguel tuvo con su padre Luis Miguel Dominguín (cosa que explicó en aquel conciertazo de Parla en 2005 ya citado antes), y que sumó más a “Sereno” de 2001 en el haber del listado. No me imaginaba que sonara, la verdad.