Y salió a escena el grupo francés, que sonaron realmente bien y en formación de quinteto, con Jean-Philippe Freu (guitarra) y Patrice «Patou» Carrié (bajo) al mando de las operaciones, Frèdéric Pace (percusiones y batería), Johnny Palumbo (guitarra y programación) además de Florian Binker a la guitarra (de regreso en la banda). Además para la ocasión contaron con dos vocalistas, Bnann y Jessie Chaton (ese personaje con voz de chica, que es un espectáculo con sus looks y sus movimientos).
Interpretaron dos temas nuevos, el ya conocido Angels & Demons y Medicine, que estarán incluídos en su próximo trabajo. Pero hubo hueco para canciones de todos sus discos, así sonaron Inacceptable, Bloodsport y Machine Pour Les Oreilles de su primer trabajo Retrospective, Le Mobilier, La Guitaristic House Organisation, Raiocapte y 323 Seconds de aquel Installation Sonore, Music Kills me del disco de mismo título, del Schizophonia Bitch, Cubicle (por dos veces, una el cierre en los bises) y Fucky Funky Music, y del anterior disco Futurinô los temas Where you from? y My Cadillac.
Una noche realmente fantástica, en la que la gente (que abarrotó la sala) disfrutó, bailó, y no dejó de moverse al son de las melodías, más chill-out y house de sus primeros discos, y más mezcla de pop, rock con esos estilos en la mayoría de temas más actuales. Además dijeron que era su primer concierto, a partir del cual inician gira, y darán vueltas por festivales durante el verano.
Tenía ganas, muchas la verdad, de ver a este grupo en una sala pequeña, y salí realmente satisfecho, ya que el grupo demuestra así su capacidad camaleónica, para no sólo enfrentarse a multitudes en festivales (así los conocí yo en el FIB 2002, inolvidable) sino también para reventar una sala pequeña y hacernos bailar a todos, con un sonido de lo más cuidado. Eso si, es una banda que es carne de festival, donde son el contrapunto perfecto a grupos de rock.
Caso aparte es el de Jessie Chaton, un cantante que da un auténtico espectáculo en los momentos que sale a escena, ya sea con sus chillones trajes (se cambió de traje y todo), con su actitud, sus bailes, etc., y perfectamente compaginado con el grupo y Bnann con quien incluso cantó Cubicle a dúo la segunda vez que se interpretó para cerrar el show.En definitiva, un espectáculo sonoro y visual.