Y salieron a escena los protagonistas de la noche, Rival Sons, que como es lógico venían a presentar sus dos discos del año pasado, Darkfighter y Lightbringer, además de repasar temas de toda su carrera. Estuvieron muy poderosos, tanto de presencia, como de sonido y con una actitud realmente encomiable, fueron atronadores. La formación era Jay Buchanan a la voz, guitarra acústica y percusión, con un vozarrón realmente espectacular (al parecer cuida mucho su voz), Scott Holiday a la guitarra solista y coros, Mike Miley a la batería y coros y Dave Beste al bajo y coros, a los se añade un teclista en la sombra Todd Ögren.
Despacharon temas de esos dos discos del año pasado como Mirrors, Nobody wants to die o Darkside del Darkfighter, y Mosaic del Lightbringer. También dieron un buen repaso a su gran disco Feral roots de 2019 con temas como Too bad (magnífica), Ferla Roots o Do your worst, además de Shooting stars que interpretó Jay solo en plan acústico. De antiguos discos escuchamos Nanda-Nandana de Before the fire de 2009, Pressure & time de su disco del mismo título de 2011, Keep on swinging y Manifest Destiny, Part.1 del Head down de 2012, Open my eyes y Electric man de Great Western Valkyrie de 2014, Tied up y Thundering voices del Hollow bones de 2016 y Torture de su primer Ep homónimo.
Una banda con mucho recorrido hecho, que dio gracias todo el concierto a la audiencia y que en casi hora y tres cuartos dejó muy satisfecha a una concurrencia que no paró de cantar y corear sus temones.Os dejo con Nobody wants to die, tal y como sonó anoche.