Comenzó la XXXVI Semana de Música Religiosa de Avilés en plena recesión económica pero nunca artística porque cuando no se tienen recursos suficientes para ofrecer figuras nacionales o internacionales, los de casa, muchos de ellos también docentes, salen más baratos y en muchos casos de igual calidad. También sirve para enseñar los frutos de tantos años de trabajo (36 la propia semana) y dar oportunidades a nuevos y jóvenes intérpretes de esta tierra mía, aunque como bien contaba al final del concierto Chema, algunos no quieren volver y otros incluso dejan de hablar a la organización... Pero esto es otro cantar.
Comenzó la XXXVI Semana de Música Religiosa de Avilés en plena recesión económica pero nunca artística porque cuando no se tienen recursos suficientes para ofrecer figuras nacionales o internacionales, los de casa, muchos de ellos también docentes, salen más baratos y en muchos casos de igual calidad. También sirve para enseñar los frutos de tantos años de trabajo (36 la propia semana) y dar oportunidades a nuevos y jóvenes intérpretes de esta tierra mía, aunque como bien contaba al final del concierto Chema, algunos no quieren volver y otros incluso dejan de hablar a la organización... Pero esto es otro cantar.