Se daban las condiciones para un concierto perfecto, y es que el lugar era un lujo (el patio de las Bodegas Corral de Navarrete), la noche cálida y estrellada y, por si esto fuera poco, nos esperaban unas cuantas botellas de vino para brindar por la buena música cuando acabara el recital. El evento tenía un aforo limitadísimo (alrededor de cien personas), y entre el público, a primera vista, muy poca gente que realmente supiera quién es Depedro y a qué suenan sus canciones. Gente mayor, señores trajeados y extranjeros de bigotes imposibles fueron tomando asiento mientras las luces se iban apagando y, sin hacerse esperar demasiado, Jairo subió a la tarima entre aplausos y, por qué no decirlo, el embelesamiento del género femenino en general, suspirante por sus ojos y patillas.
"Como el viento"
"Two parts in one"
"Llorona"
"La memoria"
"Nubes de papel"
"Cuando el día se acaba"
"Te sigo soñando"