Al poco de entrar, comenzaron los barceloninos Odio París, un grupo que salvando las distancias, tal vez acaba provocando la empatía que provocaron Los Planetas a la gente de mi generación.
Quedaros con su nombre porque canciones como El don de Traci o el punto álgido para servidor con Ya no existes estoy seguro que no van a caer en el olvido. Mucho futuro y prometedor.
Mientras el dj de continuidad nos deleitaba con temazos de Templeton, La veleta de La Bien Querida con Los Planetas y demás, hacían aparición los gallegos Nadadora en el escenario. De entrada ya impactaba la presencia escénica de su vocalista, una ninfa gallega con mecha tapándole la cara a lo Christina Rosenvinge y encandilaba con sus suaves contoneos, como si estuviera haciendo el amor con el cosmos.
Y por fín, el concierto más esperado, que como ella repitió varias veces, aunque no estuviera el disco aún en la calle, venían a presentarlo; y se encontraron con un público totalmente entregado, con todas las ganas del mundo de saborear los nuevos temas.
Acompañada de su pareja David "Beef" Rodríguez en el campo de batalla, más barbudo que de costumbre y poniéndole un punto de su personalidad a las canciones de La Bien Querida.
Con el resultado de 3 de 3, y con unos dj's tremendos, Joan S. Luna y Yoset, nos fuimos de la sala, básicamente por hambre y por la poca gente que quedaba, pero con ganas de volver a pisar ese suelo, lo antes que nos sea posible.
*Fotografías de Cristina Bestratén.