El post de hoy tendría que ser referido a la definición de los buenos propósitos, al inicio de temporada después del verano y las vacaciones, pero me saltaré ese paso porque todas las personas tienen bastante claro en qué quieren mejorar, alcanzar, cambiar o crecer. Me interesa mucho más que esos deseos tengan consistencia y no se derrumben como “castillos de arena”!!!.
La semana pasada estuve unos días descanso por el Norte de España (una zona que me encanta y me siento demasiado a gusto) con lo cual hice una desconexión total de todo, la verdad que me hizo muy bien después de tres años intensos y sin descansos, con lo cual mi mente al estar relajada y ayudada por la brisa del mar me permitió ver con claridad varias cosas que debo mejorar, así que ahora no me queda otra que CONCRETAR.
CONCRETAR es una palabra que necesitamos la mayoría de las personas, porque los sueños, los deseos, los cambios para que sean realidad deben concretarse, de nada sirve vivir con ellos en la cabeza si no los vemos materializados en hechos reales, ya que si esto no sucede estos deseos se convertirán en una pesada carga que nos llevarán a la frustración.
Este fin de semana pasado al retomar el contacto con algunas personas de mi entorno después de unos días en el que me ausenté, he podido palpar una energía renovada en ellos cuando contaban sus planes inmediatos y de mediano plazo, pero al mismo tiempo me hicieron recordar que decían lo mismo hace tres años atrás, la película volvía a repetirse porque nunca concretan. Con lo cual al escucharlos les pregunté qué harían de diferente para no morir en el intento, porque si seguían con los mismos planes de siempre acabarían abandonando, pues todavía estoy esperando sus respuestas……….
El gran desafío que tenemos no son los deseos o cambios que nos ponemos sino creo que debe ser el concretarlos, llevarlos a la realidad, ver que lo hemos hecho, porque esto nos dará mucha credibilidad, primero con uno mismo y luego con nuestro entorno, y ésta es la mejor manera y forma de inspirar a los demás.
Hace unas semanas escuché una frase de unos de los protagonistas de la serie americana “Suits” que decía: “no persigo sueños, persigo y alcanzo metas”. Me pareció muy potente e inspiradora porque la palabra meta está más asociada con lo posible, lo real, lo alcanzable en cambio los sueños parecerían estar generalmente más relacionado con lo difícil, imposible, complicadísimo, inalcanzable……
Si quieres conseguir un sueño debes ponerte unas ciertas metas que te lleven hasta allí, no se puede subir de la planta 1 a la 10 sin pasar antes por la 2,3,4,5,6,7,8 y 9, con lo cual el pensar en metas y trazar un plan para ello te dará la motivación de que es posible y cuando lo pongas en marcha más potente será aún. Pero la clave estará en CONCRETIZAR cada meta, alcanzarla, lograrla, sentir que has podido y que ese logro es imborrable, con lo cual tu moral subirá y te sentirás capaz de ir a por la siguiente meta.
Ahora que es una fecha donde surgen en nuestra mente cambios y proyectos, hay que evitar de caer en la tentación de utilizar viejas recetas que no nos han llevado a nada, por eso reflexiona sobre esa nueva meta si de verdad la deseas, visualiza el beneficio que te aportará y si el lograrla te hará vivir mejor y estar más alineado a tus valores.
La clave es: APRENDER a CONCRETAR.