A todo esto, que aún no lo he dicho, la trilogía se titula Hex Hall. Lo divertido de leer cosas años después de cuando salieron (se publicó originalmente en inglés entre 2010 y 2012) es descubrir ciertas sorpresas. Ya me pasó con R y Julie hace nada y ahora con ésta. Resulta que la autora sacó en 2013 School Spirits, un libro del mismo universo, con otra protagonista, catalogable como spin-off. Debería haber sido el primero de una nueva saga pero, al parecer, por temas editoriales, no ha podido seguir con este universo y la cosa quedó con muchos cabos sueltos por lo que he podido averiguar. Tampoco he profundizado mucho por no caer en destripes de lo que aún me queda de la trilogía original. Así pues, todo apunta a que se puede ignorar dicho libro y seguir considerando los tres libros originales como trilogía cerrada. Para cotillear más de sus trabajos os dejo el Twitter de la autora.
ArgumentoLa chica siempre había vivido con su madre, una humana normal y corriente, y jamás había visto personalmente a su padre, un hechicero al que su madre abandonó cuando se enteró de su verdadera naturaleza. Por tanto, tampoco había estado rodeada de nadie con poderes. Ahora, nada más llegar, antes siquiera de entrar por las puertas, un licántropo se abalanza de improviso sobre ella, aunque lo detiene a tiempo Archer, un hechicero tan guapo como antipático. Tras una breve sesión informativa por parte de la directora, Anastasia Casnoff, le ponen de compañera de habitación a Jenna, una vampira de 15 años, la única en su especie allí porque entre los propios Prodigium son considerados monstruos. Por si fuera poco, aunque no se pudo demostrar, se la acusó de asesinar a su anterior compañera de habitación, Holly. Encima, para complicarlo todo más, en ese mismo día consigue enemistarse con Elodie, Chaston y Anna, tres despampanantes brujas que la necesitan para completar su aquelarre de cuatro miembros tras la muerte de Holly. Por supuesto, el guapo de Archer es el novio de la perfecta Elodie.
La estancia de Sophie en Hex Hall no sólo se presenta terriblemente complicada sino también peligrosa. Tiene una diana en la espalda y deberá averiguar de dónde viene la amenaza antes de que sea tarde.ReseñaComo decía, era una trilogía a la que le tenía muchas ganas. Tengo el vago recuerdo que me interesaba porque las reseñas del momento lo ponían como muy divertido y es cierto, sobre todo al principio, pero la trama tiene mucho más.
Desde muy pronto se nos habla de un asesinato que no ha sido resuelto, el de Holly. Es un misterio al que no se parará de dar vueltas hasta su resolución. Todo apunta en una dirección muy evidente pero no es difícil imaginar que los tiros iban por otro lado no demasiado difíciles de predecir. Es cierto que al suspense le falta intensidad, pero aun así reconozco que me fue sorprendiendo a medida que me acercaba al final, con algunos giros inesperados que no vi venir. Todo hasta un desenlace que te deja con muchas ganas de ir a por el siguiente y ver qué le depara a la protagonista después de los descubrimientos que ha hecho y la decisión que toma al final.
La componente romántica está ahí pero es de los libros juveniles que menos relevancia tiene entre los que recuerdo. Y debo decir que me alegro porque el enamoramiento del aburrido chico perfecto no aporta gran cosa. Eso sí, hay un halo de misterio también alrededor de Archer y en el desenlace se da uno de esos giros en torno a él que me ha logrado sorprender. Con ganas de ver cómo lo desarrolla la autora en los siguientes.
Y en cuanto a los personajes secundarios, por desgracia, es el punto flojo del libro porque todos son muy arquetípicos. Elodie, la arpía guapa y mala con la protagonista, tiene algunos momentos que parecen desprender algo más de profundidad, pero no es gran cosa. Luego, Jenna es el cliché de chica friki y paria llevada a la máxima expresión por su condición de vampiro. Y en cuanto a la directora Casnoff, es un poco Dumbledore en mujer y con menos control de lo que se esconde en Hex Hall del que aparentaba tener aquél. Tampoco quiero decir mucho más por no entrar en destripes pero a pesar de estos elementos tan manidos, acaban resultando interesantes.
En definitiva, una lectura amena, divertida y que te engancha con sus misterios. Este primer libro tiene muy buen ritmo, va al grano rápido y sus 250 páginas se leen de corrido. Aunque parte de una serie de elementos clichés bastante vistos, la trama llega a sorprender en sus giros hasta un final impactante. No me ha encandilado ni me ha llegado a emocionar, pero sí que me ha atrapado y lo he disfrutado mucho. Ahora, a ver cómo sigue la trilogía.