Condenados a aceptar el decrecimiento

Publicado el 16 noviembre 2021 por Pacolopez

¿Es la implantación de una economía del decrecimiento la única vía posible de evitar la debacle climática?

En mi opinión ese es el gran debate en relación a la búsqueda de soluciones para evitar las consecuencias de la crisis climática que ya estamos padeciendo y que, si no hacemos nada, irá a más, hasta posiblemente acabar con la vida en la Tierra tal como la conocemos.

La economía y el espectacular desarrollo de la sociedad del siglo XX se basó en la búsqueda del crecimiento, tanto a nivel microeconómico (empresas) como macroeconómico (países), como el gran e irrenunciable objetivo que nos proporcionaría riqueza y felicidad. A más crecimiento del PIB, mayor renta per cápita; a mayor crecimiento de las ventas y los beneficios empresariales, mayor valor para sus accionistas. El crecimiento ha sido, y sigue siendo, el motor de nuestra economía y nuestra sociedad.

Romper ese paradigma nos obligaría a repensar todo el edificio sobre el que están construidas nuestras estructuras económicas y sociales. E incluso políticas. Todo, absolutamente todo, está sustentado en la generación de riqueza por la vía del crecimiento.

Plantearnos empezar a decrecer, o incluso limitarnos a detener el crecimiento, supondría poner patas abajo nuestra escala de valores sociales y revolucionar los hábitos empresariales e incluso personales de gran parte (la mayoría) de la humanidad.

Ese es el gran reto. Porque podemos escoger entre dos caminos: o seguimos como hasta ahora, alargando la era del consumo y de la condena al crecimiento, y a largo plazo acabamos con el planeta (y, por tanto, con todo); o revolucionamos nuestro modelo económico, social y político (recolocando a empresas, personas e instituciones en un nuevos marco), para poder salvar el planeta a largo plazo.

Solo si nos atrevemos a hacerlo así salvaremos el planeta para nuestros nietos.