Condenan a Rumanía por los daños que provoca el tabaquismo pasivo en las cárceles

La Corte Europea de Derechos Humanos ha condenado este martes a Rumanía a indemnizar con 10.000 euros a una víctima del tabaquismo pasivo. Según la decisión judicial, el individuo sufrió una exposición al humo no deseada durante su internamiento en una cárcel superpoblada.
En la denuncia, el detenido presentó una queja por las malas condiciones de higiene que sufrió durante su encarcelamiento. Según sus palabras, el tabaquismo pasivo que tuvo que soportar hizo empeorar los problemas sanitarios que padecía de antes.
El tribunal ha remarcado que las condiciones de detención y el tabaquismo pasivo que sufrió Gheorghe Florea entre 2002 y 2005 en la prisión de Botosani y, más tarde, en un hospital penitenciario son contrarias a la prohibición de tratar a los presos de forma inhumana y degradante, una medida que recogen los tratados internacionales.
En su dictamen, la corte recoge que Florea señaló "en numerosas ocasiones las malas condiciones de su detención y la presencia de fumadores en su misma celda". Según sus palabras, los estados deben asegurarse de que todo prisionero sea detenido bajo el respeto de la dignidad humana. Además, también deben comprobar que el detenido no sea sometido a peligros y que su salud no se vea comprometida por el encarcelamiento.
-Celdas superpobladas
Florea vivió durante meses en una celda con un número de detenidos que oscilaba entre los 110 y los 120 en un entorno carcelario pensado para solamente 35 personas. Según su testimonio, el 90% de ellos eran fumadores. Del mismo modo, durante su estancia en un hospital penitenciario, tuvo que compartir habitación con individuos que fumaban habitualmente.
En respuesta a sus demandas, el Ministerio de Justicia de Rumanía, ha reconocido que, debido a la superpoblación carcelaria, la separación entre fumadores y no fumadores era imposible en las cárceles. En abril de 2004, Gheroghe Florea puso una demanda al estado en razón del empeoramiento de su estado de salud. En un principio, sus quejas fueron rechazadas, pero, finalmente, el Tribunal de Estrasburgo le ha dado la razón. Desde 2005, goza de la libertad condicional.