Por lo general, en los cruceros se ofrece la posibilidad de adquirir un bono, a modo de tarifa plana, con el que se podrá acceder a Internet a través de la red wi-fi del navío, siempre que se solicite y sabiendo que el precio se deberá abonar al final del crucero, junto con todos los demás gastos que no estuvieran incluidos en el paquete de viaje contratado. Ahora bien, hay una serie de particularidades que conviene comentar. A modo de ejemplo de cómo se están implementando las nuevas tecnologías de comunicación a bordo de grandes cruceros, la compañía Crystal Cruises ha dotado a sus barcos de un sistema de navegación por Internet que funciona vía satélite, por lo que el lugar del mundo en el que se encuentre la nave ya no es obstáculo para permanecer conectado con el mundo. Este modelo también es seguido por muchas otras compañías pero es notablemente más lento que una conexión a banda ancha común. Si mencionamos a Crystal Cruises es porque fueron pioneros en adoptar una ingeniosa estrategia que permite, por medio de una tecnología que gestiona de forma inteligente la conexión vía satélite, acelerar el acceso a la red de tal forma que los problemas típicos de las conexiones vía satélite se minimizan, llegándose a alcanzar tasas de transferencia de hasta 3 Mbps.
Otro asunto son los terminales. Muchos viajeros llevan sus PDAs, smartphones o portátiles con ellos, y conectarse a este tipo de redes después de adquirir un bono de acceso resulta muy sencillo pero, para quienes no deseen acudir a sus vacaciones en un crucero cargados con ningún cacharro electrónico, muchas compañías ofrecen acceso a la red de forma puntual o habitual, según el tipo de bono que se adquiera, en salas equipadas con ordenadores como si de un cibercafé marino se tratara. Lo más común, sin embargo, es que los viajeros acudan con su propio netbook o portatil porque, aunque viajen en medio del océano, desean seguir manteniendo el contacto con el mundo, ya sea por simple diversión o por necesidad, para controlar negocios o comunicarse con familiares. En definitiva, quien se pregunte si todavía la conexión a Internet es un problema durante un crucero, deberá saber que ya no es así.
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