Conferencia sobre EEUU en el IEB con Fidelity invitado. Organizado por Inversión & Finanzas.com

Publicado el 08 noviembre 2013 por Pablodelbarrioq @flashdebolsa
Una vez más expongo en este blog la última conferencia de economía a la que he tenido el placer de asistir. Esta vez ha sido en la sede del IEB en Madrid, donde Juan Laborda, profesor del IEB, y Domingo Barroso, experto de Fidelity, nos han dado su visión sobre la economía de los Estados Unidos y sus perspectivas (uno más pesimista y el otro bastante más optimista). La apasionante charla titulada "Los pilares del crecimiento en Estados Unidos" ha sido organizada por Inversión y Finanzas.com y moderada por Alejandro Ramírez, del grupo Vocento. Lamento en esta ocasión no acompañar el resumen con gráficos, dado que la presentación que mostraron no nos ha sido entregada -al menos por el momento-, de todas formas, trataré de ser lo más "gráfico" posible, nunca mejor dicho.
Laborda lanza un mensaje de alerta sobre la economía americana. Argumenta -en un tono provocador- cómo la economía americana se acerca hacia una posible burbuja en el precio de sus activos en general. Reconozco que llego un poco tarde a su exposición, pero atendiendo a más de la mitad de la misma se percibe como el profesor del IEB está preocupado por lo que puede ocurrir en Estados Unidos en los próximos años.
En primer lugar, Laborda es muy crítico con la deuda pública americana y su tendencia alcista de los últimos años -la expone en un gráfico en términos monetarios absolutos, no en términos de PIB o en porcentaje de crecimiento, por lo que el gráfico puede alarmar más de lo que debería-. En su opinión sólo queda que EEUU aplique una política fiscal restrictiva durante los próximos años o, en el mejor de los casos, neutral, dado que el mercado por sí solo no es capaz de absorber la deuda, sino que tiene que ser la FED quien lo haga, además de que por valoración la deuda parece cara a día de hoy.
Interesante explicación la que nos brinda acerca de los beneficios empresariales, dado que estos dependen de lo que consuma -o desahorre- el sector privado (las familias), de lo que desahorre el Gobierno y de lo que desahorre el sector exterior. Desde 2009 los beneficios empresariales no han dejado de crecer porque estas tres partidas han estado desahorrando, sin embargo, el futuro podría ser diferente. Quizá conviene hacer un inciso, ya que los precios de las acciones no suben porque sí, sino que tienden a hacerlo en una proporción similar a lo que lo hacen sus beneficios (BPA o Beneficos Por Acción), al menos así ha sido históricamente de manera generalizada y cualquier inversor "value" (escuela de inversión de Benajmin Graham y de su sucesor, Warren Buffett) lo podría ratificar.
Por tanto, Laborda subraya que la política fiscal no acompañará al ciclo y que la política monetaria no habrá hecho nada más que engordar la burbuja. Además, el consumo de los estadounidenses tenderá a revertir a la media de las últimas décadas, aumentando y provocando una disminución de los beneficios empresariales. Concluye que el comercio mundial se está desacelerando y que China, por su cambio de modelo económico hacia el "desahorro" dejará de comprar deuda de EEUU y se centrará en aplicar una política económica más cautelosa, con abundantes reservas para hacer frente a posibles imprevistos.
Cambio de ponente.
Barroso cambia el tono anterior por otro mucho más alentador. La gestora de fondos de inversión a la que pertenece, Fidelity, es americana y eso también parece influir en su mensaje de optimismo -aunque sea un poco-.
Comienza aclarando que desde Fidelity no se parte de un análisis macroeconómico (análisis top down), sino que seleccionan las compañías más baratas y con mayor potencial de revalorización, lo que se denomina análisis "bottom up".
Nos pone en situación confirmando que, aunque la carrera es a largo plazo, de momento ganan los que han aplicado las políticas monetarias más expansivas y agresivas, es decir, Estados Unidos, Reino Unido, recientemente Japón (aunque no es la primera vez en su historia, de hecho ellos aplicaron los primeros Quantitative Easing o compra de activos, bonos principalmente), mientras que al rebufo se encuentra Europa. Llegados a este punto, Barroso nos confirma que en sus carteras de inversión mantienen una clara sobreponderación en Estados Unidos y nos recomienda no subestimar su potencial -a continuación iremos viendo las razones-.
Nos recuerda los recientes datos publicados sobre la economía de EEUU. Como el PIB, que ha crecido un +2.8% en el 3T2013 frente al 2.5% anterior y el +2% esperado por el consenso de analistas. Si bien es verdad, que este crecimiento no está viniendo como consecuencia de un aumento del consumo, el cual pondera en torno al 70% del PIB americano, como sería deseable. También nos muestra un gráfico muy interesante en forma de tela de araña donde aparecen los PMI´s a nivel mundial desde 35 hasta 65, niveles que no suelen rebasarse ni por abajo ni por arriba, donde destaca una vez más el de EEUU, con 55.3, y el Chino, que sigue por encima de 50 y reactivándose.
Barroso también pone sobre la mesa dos importantes desajustes de Estados Unidos que se han venido corrigiendo desde que estalló la crisis. Como son el déficit por cuenta corriente, que ha mejorado desde casi el -6% de 2004 a menos del -3% en 2013 gracias a la menor dependencia energética principalmente, y el déficit fiscal, que se ha venido reduciendo como consecuencia de un menor gasto en defensa y otros conceptos -al activarse los ajustes automáticos-. Todo esto derivará en un dólar más fuerte, lo cual producirá que se repatrien más dólares y que se atraiga la inversión hacia EEUU.
Uno de los pilares básicos que subraya Barroso, el consumo, está sostenido y con tendencia a mejorar según reflejan varios indicadores. Como es el caso de la confianza del consumidor, entre 80 y 90 durante los últimos meses, muy por encima que cuando la crisis tocaba fondo y aún lejos de los mejores momentos de las últimas décadas en EEUU. Esta mejora se ha dado porque el mercado inmobiliario se ha reactivado y porque el mercado de trabajo lleva recuperándose ya varios años. Resalta esta bonanza pese a que la mayor presión fiscal ha reducido en torno al -2% los salarios.
Con respecto al sector inmobiliario nos recuerda que el precio de la vivienda lleva tiempo subiendo, según el índice S&P Case Shiller. Así como que la construcción de viviendas sigue recuperándose. Nos cuenta un dato relevante y diferente del que señalan otros profesionales del sector, el llamado "acceso a la vivienda", el cual es mucho mejor gracias a la caída de los precios cuando estalló la crisis,así como por la bajada de los tipos de interés. A su vez, el desempleo va camino de caer al 6.5% y más allá, luego seguimos en fase de mejora al tiempo que la FED aún no está del todo satisfecha al respecto, especialmente porque el empleo real apenas ha mejorado -medido por la tasa de actividad, que ha caído por debajo del 60%, más de 5 putos con respecto antes de la crisis (esto es lo que denominan en Fidelity "la bestia negra para la FED")-. Dejo este enlace para completar el porqué de la fortaleza del consumidor americano y profundizar en algunos datos del sector inmobiliario de Estados Unidos, en una conferencia telefónica reciente de JPMorgan.
Refiriéndose a las empresas, señala que han acumulado unos niveles de liquidez que se sitúan en máximos históricos. Esto podría interpretarse como positivo porque pueden invertirla en cualquier momento y fortalecer el crecimiento económico, o negativamente porque no ven opciones ni oportunidades para hacer uso de de dicha liquidez. La opción por la que se están decantando principalmente es por la de pagar más dividendos y poner en marcha planes de recompras de acciones, que no es otra forma más que retribuir al accionista mientras dure dicho plan (ya que es una demanda mayor de acciones y conocida por el mercado, lo cual atrae a su vez a más inversores mientras se encuentra en vigor). Por tanto, no están invirtiendo tanto en CAPEX o, dicho en otras palabras, en expansión de sus negocios, a pesar de que se han conocido algunos datos alentadores sobre el incremento del CAPEX y de la actividad en M&A ("Mergers and Adquisitions" o fusiones y adquisiciones), lo cual es positivo para el ciclo. También está aumentando la deuda y esto suele darse cuando las expectativas son mejores, algo que no había sucedido en los 4-5 años anteriores.
Por su parte, el gasto público se ha ido reduciendo como consecuencia de una menor inversión en tecnología -Barroso advierte de este riesgo como amenaza para la competitividad de Estados Unidos, ya que es imprescindible que sigan a la vanguardia en la innovación para mantener su competitividad sin recurrir a unos menores salarios-, y también debido a un menor gasto en defensa (menos guerras), aunque sigue siendo un sector muy protegido históricamente.
Barroso enfatiza que EEUU es el mercado más grande del mundo, el más líquido y el más diversificado por sectores. Sus empresas son las mejor gestionadas y las más transparentes del mundo. Añade que la revolución energética -por el "shale gas"- y mantenerse como líder en innovación tecnológica a nivel global, los harán permanecer como la primera potencia mundial.
Con respecto a la energía y el "shale gas" destaca las últimas tendencias sobre el uso del carbón, en declive, y el uso del gas y el petróleo, en claro auge gracias a los avances tecnológicos en este terreno que les permiten extraer energía a profundidades antes impensables en su basto territorio. Ello ha repercutido ya en unos precios infinitamente más competitivos que en el resto del mundo, permitiendo además que EEUU pueda incluso autoabastecerse un un plazo de no más de dos décadas, cuando desbancará a Arabia Saudita y a cualquier otro productor mundial del petróleo de los primeros puestos.
Debido a esta revolución energética, el sector del transporte en Estados Unidos puede ser uno de los claros ganadores, ya que mientras se construyen oleoductos y gaseoductos, hay que transportar la energía extraída hacia los puntos de refino, por lo que este tipo de empresas, como son los ferrocarriles, pueden vivir una segunda revolución industrial. Además resalta que el gas es más limpio, además de más barato, que el carbón.
Volviendo sobre la innovación, Barroso indica que EEUU ostenta el 33% del gasto mundial en I+D, lo que supone casi el 3% de su PIB, por debajo de Japón, que llega casi al 4%, pero por encima de China, no llega al 2%, y de muchas otras naciones. 4 de las 5 empresas más innovadoras a nivel mundial son de EEUU: Apple, Google, 3M... También en el campo de la medicina son pioneros, con más de un 90% de la inversión mundial en biotecnología y más de un 80% en la industria del diagnóstico médico. Ello ayuda a que el sector sanitario crezca a un gran ritmo, en torno al 5% anual, siendo un gran generador de puestos de trabajo, con más de 18 millones de empleados a día de hoy.
Como anécdota nos recuerda que Motorola ensamblará en Texas uno de sus dispositivos por primera vez en mucho tiempo, debido a los menores costes -de la energía especialmente- y por una distribución más sencilla y rápida.
Barroso vuelve a recordarnos que no subestimemos el potencial de EEUU y la capacidad de adaptación al cambio y de reinventarse que tienen.
Muy interesante la conferencia. Gracias a Inversión y Finanzas, al IEB y a Fidelity por ofrecernos distintos puntos de vista y con unos argumentos tan claros y de tanta actualidad.
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Por Pablo del Barrio, Agente Inversis BancoContactopablodelbarrio@grupovisanco.com Tel.: +34 91 310 02 02 Calle Rafael Calvo, 31, Bajo, 28010 Madrid - España