Un clásico de la literatura universal Confesiones de San Agustín, un padre de la iglesia allá por el siglo V realmente un estilo de vida bien libertino, hábil orador , estudioso en letras y un hombre que llevo una vida dándose los gustos que el mundo de entonces le ofrecía. ¿Como es posible que un hombre cambie, cuando hoy creemos todo lo contrario de que una persona nunca más va a cambiar? Precisamente las confesiones de San Agustín presentan ese cambio en su vida. Agustín en una forma audaz y sincera nos cuenta su vida desde la infancia. Cuenta todo lo que vivió sintió. Su amores y placeres por la vida terrenal. Pero también su lucha y espiritualidad en la búsqueda de la verdad, en la búsqueda de su paz interior, hasta que la encontró en la fe en Cristo, el Hijo de Dios…
Las confesiones de Agustín marcan dos vidas, dos corazones con caminos opuestos. La primera parte de su vida, con sus amigos, su intelectualidad, capacidad de oratoria, conquistaba a todo el imperio hasta llego a ser orador de la corte, la voz misma del emperador. Hábil en palabras y sabiduría, pero a pesar de su carrera triunfante como abogado y orador no estaba satisfecho en su interior y siempre en la búsqueda de la verdad, para saciar la sed de su alma interior; pero su madre Mónica siempre rezaba por él para su conversión hasta que un día llego y de orador del imperio paso a ser en poco tiempo obispo de Hipona, donde luchó y defendió al más débil.
Agustín llegó a ser un Dr. de la iglesia, teólogo y filósofo, elaboró la doctrina de la santísima trinidad, Dios Padre. Dios Hijo y Dios Espíritu Santo y de esta doctrina- teología y filosofía, puso el fundamento para la iglesia latina durante la Edad Media. Por eso vale la pena leer esta obra universal y clásica para el mundo occidental cristino, una obra de espiritualidad que hace crecer tu alma. Te la recomiendo vale la pena.