"Estoy tratando de encontrar un lenguaje cinematográfico que le dé un poco de libertad al espectador. Con un libro, el lector crea sus propias imágenes gracias a su imaginación... Pero el cine le roba esas imágenes imaginadas al espectador y las remplaza con otras creadas por alguien más. Al ofrecer imágenes, palabras y todo lo demás, el cine determina y fija muchísimas cosas; y gracias a eso, precisamente, es muy fácil manipular al espectador... Desde un punto de vista moral, esto no está bien.
Por eso trato de darle al espectador un poco más de libertad; ¿pero cómo si una imagen es de todas formas una imagen? Bueno: tienes que trabajar con lo que está sugerido, fuera del encuadre -o por lo menos con lo que no está en el encuadre- y usar un tipo de dramaturgia que no está terminada, que deje espacio para la interpretación. Esto me parece las únicas dos maneras de darle al espectador más libertad. Mi objetivo es darle más oportunidades de imaginar al espectador. Eso puede acercar el cine a las demás artes.
Aunque hay grandes cineastas que entienden el cine de manera completamente opuesta a como yo lo veo, hay otros que comparten mi visión -Kiarostami, por ejemplo, que para mí es el más grande de todos. Esta vía que señalo me parece la única para que el cine realmente progrese. El cine ahora puede que sea más rápido, más violento, más tecnológicamente sofisticado, pero sigue siendo básicamente lo mismo.
Bueno, ese es mi objetivo. Pero no estoy seguro realmente si he cambiado como cineasta... Mis películas empiezan a abrirse un poco, a respirar un poco más, después que hice mi "trilogía austriaca" y luego Código Desconocido. De todas mis cintas, esta última es la que más me gusta. Tiene defectos, como todas las demás, pero me gusta porque abrió mi universo un poquito".
Michael Haneke en una larga entrevista con Geoff Andrew en Sight and Sound (diciembre 2009, pp. 14-17) a propósito de su obra maestra El Listón Blanco