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Confesiones y consejos de un coleccionista incurable de pedales de guitarra

Publicado el 26 febrero 2014 por Renato Chumbiauca Rebagliati @RenaChumb
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Efectos de guitarra: Apetito por el Rock

Mi pedalboard cuenta con 14 efectos de guitarra que he ido coleccionando desde el 2006, cuando me di cuenta que los multiefectos no aportan naturalidad a mi sonido. El primer pedal que compré fue un Crybaby Wah de Jim Dunlop, luego un Turbo Tube Screamer de Ibanez… y así.

Esta adicción puede ser definida como una afición a coleccionar aparatitos que le alteran algunas frecuencias al sonido de la guitarra. O sea… se puede jugar con el sonido: ponerle eco, alterarle la afinación, hacer que suene más distorsionada, etc.

Me pasa que cuando siento la necesidad de comprar un efecto nuevo, experimento un vacío existencial en la música que hago, algo así como cuando sientes que te falta algo y no sabes qué es… hasta que por vagar entro a alguna página tipo Musician’s Friend y encuentro algo que te llama la atención. Últimamente me ocurre con el Tone Report de la gran Rebecca Dirks.

A lo largo de estos años he aprendido algunas lecciones para poder coexistir con la compra de efectos, así que aquí comparto algunas reglas que todo adicto a los pedales de guitarra debe seguir:

1.   Investigar.

Vivimos en una época en la que cualquier hijo de vecino se graba haciendo cualquier huevada y la sube a YouTube.

Aprovechemos que hay muchos guitarristas ansiosos de dar su opinión con respecto a sus compras recientes y echémos un vistazo a muchos reviews de usuarios/tiendas probando pedales y correctamente subidos a YouTube (con opinión incluida).

Hay algunos que no son tan hijos de vecinos y son considerados deidades de los reviews, como Gearman Dude.

Confío bastante en los foros que existen en la Red, como Guitaristas.info: Una comunidad hecha por usuarios para usuarios. Aquí encontrarás información, reviews, opiniones y hasta consejos acerca de cualquier efecto para guitarra y Gear en general.

Lo interesante es que ya no tienes que ir a una tienda y depender del carisma de un vendedor cuya comunicación no verbal prácticamente te presiona para que compres o te largues del local. Muchas veces yo he comprado pedales guiándome solo de los reviews de YouTube o foros.

2.   Las decepciones ocurren.

Existe una pequeña posibilidad que los pedales en los demos que vemos en YouTube no calcen perfectamente con nuestro Gear… entiéndase nuestra guitarra o amplificador.

Hace un par de años me enamoré (virtualmente) del MXR Custom Badass ’78 Distortion, sentía que podía producir una distorsión excelente, pero lamentablemente a l ahora de conectarlo con el resto de pedales no fue lo mismo (y eso que estaba con una Gibson Les Paul y un Vox AC 30). Simplemente no me gustó.

Si lo hubiera probado en una tienda puede que me haya gustado cómo sonaba con los equipos que me proporcionaban ahí, igual aprendí que cualquiera puede equivocarse. Terminé cambiándolo por otro pedal.

3.   Lo barato no sale caro, simplemente no es lo mejor… y nunca compres Behringer.

Recuerdo una oferta de pedales Behringer. Vi un Reverb con muchas funciones como a 80 soles. Es cierto que este tipo de oportunidades solo se presentan una vez en la vida, lo probé y lo compré.

Lamentablemente, el efecto me cortaba demasiado la señal de la guitarra, sonaba muy artificial y comía batería demasiado rápido. Ah… ¿mencioné que era de plástico? Nunca había tenido tantas ganas de arrojar un pedal por la ventana.

Si lo comparamos con un Cathedral Reverb de Electro – Harmonix, la cosa cambia abismalmente.

4.   Evitar comprarlos en tiendas locales o, en todo caso, comprarle a Pedalshop.

Puedo asegurar que aproximadamente la mitad de mis pedales han sido comprados en tiendas locales (lamentablemente). No voy a mencionar cuáles pero  la cosa es que la mayoría te infla el precio de una manera descarada. Por ejemplo: un BOSS DD-7 Digital Delay te puede costar cerca de 600 soles, cuando en Estados Unidos lo puedes conseguir a 130 dólares (aprox. 365 soles), solo debes conseguir alguien que te lo pueda traer y ahorras algo.

El caso de Pedalshop, es sui generis. Alberto me vendía pedales cuando ambos trabajábamos cerca por San Isidro. El vende los pedales a la tarifa de EE.UU con una comisión muy pequeña e incluso a veces hasta más barato de lo que se pueden conseguir en páginas como Musician’s Friend o Guitar Center. Es un capo, les recomiendo visitar su tienda, ubicada en en Centro Comercial La Rotonda, tienda 243. Puedes encontrarlo también en Facebook. Él no entra en huevadas ni intrigas de pedirte que le mandes un inbox cuando le preguntas un precio o detalles de un producto, eso me parece estupendo porque dinamiza el mercado.

5.   Los pedales signature no te harán sonar como tu artista favorito.

Hoy en día, abundan los modelos signature de artistas como Jimi Hendrix, Slash, Buddy Guy o incluso Van Halen. En algunos casos, los precios distan mucho.

El caso es que son los mismos pedales “standard”, solo que con pequeñas modificaciones para emular el tono del artista. ¿Acaso creen que Slash usó su signature Crybaby Wah durante la grabación del Apetite for Destruction? Solo es el pedal de Wah standard con algunas modificaciones en el circuito, no sonarás al solo de Sweet Child o Mine sin una Gibson Les Paul y un Marshall JCM 800, que fue el gear que empleó en el estudio.

Esas son las 5 reglas que me ayudan a ampliar mi pedalboard cada cierto tiempo. Lo más importante sobre los efectos de guitarra está en los dedos y la actitud que le ponemos al tocar, en la guitarra que usamos y en el amplificador. Sí que ayudan, pero no son la base del sonido.

Un consejo: siempre es necesario tener un pedalboard de calidad para poner estas joyas, y nadie los hace como Lucho Zuñiga, visita sus creaciones en este link: https://www.facebook.com/PedalboardLZP y su blog: Pedalboard Perú.

¡Hasta el próximo post!


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