Un mes da para mucho, ¡y para tan poco!
Para una llegada en la que aún, al despertarme, pensaba "¡¿Cuándo sale el dala-dala?!". Para sentir que algo me falta, que me lo dejé olvidado en aquel último viaje en autobús. Se resistió a marcharse. Una parte de mí, una muy importante.Se quedó para volver a bajarse otra mañana más rodeada de niños. Para volver a ver las sonrisas más sinceras, aquellas que no carecen de llantos, para ver cómo corren, cómo te llaman. Para volver a batallar por el silencio y hacerse amiga de la paciencia. Para desesperarse, buscar mil y una maneras de explicar la misma cosa y encontrarse con mil interpretaciones equívocas y una encaminada.
Quisiera volver para enseñar, para aprender. Para frotarme las manos en polvo cuando no hay jabón y no sabemos como quitarnos la pintura naranja, para escaparme de niños buscando donde meter un saltamontes, para escucharlos cantar y verlos bailar. Echo tanto de menos las mañanas intensivas, el murmullo constante de la gente, ensuciarme de arriba a abajo. Daría lo que fuera por otro rice and beans, por volver a escuchar "ticha, ticha" incesantemente, por otra bronca, otro llanto y otra reconciliación.
No, desde luego que no es fácil. Detrás de cada niño hay una historia, quizá dos, o cincuenta. Delante, hay muchas sombras. Y ahí estás tú, para que miren al frente, para intentar que entre tanta umbría encuentren, aunque sea, el más leve destello.
Cuando te das cuenta, ellos han hecho lo mismo por ti, ¡o más, mucho más!
¿Mirar al frente? Afrontar el presente, vivir por el futuro. Qué más da si no hay luz, enciende la hoguera que aquí nos calentamos. Nos reímos un rato. Qué más da si no hay camino, anda, que nos abrimos paso.
Y ese es el espíritu, es aquello que aprendí en Born To Learn. En definitiva, aprendí a hacer más con menos.
Hoy, tengo que dar gracias a todos. A sam, a los voluntarios, a los profesores y a los niños. Gracias por haberme hecho mejor persona, por haberme enseñado, por haberme aportado algo que recordaré por siempre. Y por supuesto, volveré, para saldar mis deudas, para terminar lo que este año empezamos, para reencontrarme con mis niños algo más crecidos, para darlo todo una vez más.